Una clienta se va sin pagar 100 euros de la cuenta de un bar y la identifican por una reseña en internet

Los camareros descubrieron que la comensal había publicado su valoración del local con una puntuación negativa

Reservan una mesa para seis en un restaurante y veinte minutos después les echan porque faltaban tres

El exclusivo chalé con cala privada de la costa alicantina donde la Guardia Civil ha intervenido 250 plantas de marihuana

Imagen de archivo de una camarera en un local de hostelería JUAN CARLOS SOLER

ABC

VALENCIA

«Nos han mandado a comer a los dos de terraza, se han visto solos y se han pirado». Lo que, a priori, parecía un 'simpa' en toda regla, ha acabado demostrando que hay gente con mucha «cara». Es el hilarante relato que ... el influencer valenciano Jesús Soriano, 'Soy Camarero', ha compartido en sus redes sociales.

Un espacio al que muchos empleados de la hostelería acuden para denunciar de forma anónima prácticas abusivas en su trabajo, pero que también da cuenta de las situaciones surrealistas que viven durante largas jornadas de cara al público.

El responsable del establecimiento anuncia a sus subordinados que descontará del bote común los 103 euros de la cuenta de unos clientes que se han marchado sin pagar. Una medida que ya ha suscitado debate en anteriores ocasiones: ¿Las propinas son para el bar o para el camarero?.

En cualquier caso, un giro de guion inesperado permite identificar a una de las infractoras al descubrir en redes una reseña que ensalza la atención en el restaurante: «El sitio me ha encantado. Quiero resaltar a María, la camarera de exterior. Ha sido muy amable y fácil hablar con ella, a parte de su simpatía...». «Dime que no es esta piva», indica uno de los trabajadores a sus compañeros ante el sorprendente hallazgo.

Sin embargo, solo puntuó al local con una de las cinco estrellas que permite Google, algo que han apuntado muchos usuarios en redes, donde la condena a este tipo de situaciones es unánime: la mayoría destaca el «morro» de la clienta, pero también del dueño del bar, ante lo «injusto» de que acaben pagando el festín los camareros con sus propinas. «Se le ha olvidado destacar la relación calidad/precio», señala uno de los comentarios cargado de ironía.

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