La sequía deja sin piscinas a la urbanización de lujo de Altea preferida por Putin y los turistas rusos

El Ayuntamiento de este municipio alicantino ha decretado «medidas excepcionales» como la prohibición de llenar estos espacios de ocio acuático particulares y también de regar jardines o terrazas.

La situación de escasez de precipitaciones que también afecta a otros destinos turísticos de máxima afluencia, como Benidorm, donde se han registrado las cifras más bajas en cincuenta años, en la comarca de La Marina Baja, ha motivado estas primeras restricciones en el uso doméstico. Los agricultores hace meses que ya las sufren para el riego, más al sur, en la cuenca del Segura.

Y también se encuentran en situación de alerta extrema otras zonas de la demarcación hidrográfica del Júcar, en Alicante, Valencia y Castellón.

En el caso local de Altea, su alcalde, Diego Zaragozí, ha emitido un bando de urgencia informando de estas novedades restrictivas, que afectan a las zonas de La Malla (Altea Hills), Mascarat, Alhama Candela y Sierra Altea II, según ha precisado Ayuntamiento de la localidad costera alicantina en un comunicado.

Al margen de ser uno de los destinos favoritos en su día de Putin y de turistas rutos de alto nivel adquisitivo que llegaron a levantar en el municipio alicantino una iglesia ortodoxa, National Geographic, la revista especializada en viajes más importante del mundo, recomienda visitar Altea este verano por delante de cualquier otro destino.

Este año, la escasez de agua provocada por la sequía marcará la temporada estival.

La concejal de Infraestructuras y Ciclo Hídrico del Ayuntamiento de Altea, Aurora Serrat, ha añadido que, debido a la sequía y el aumento del consumo del agua en verano, «se hace necesario tomar medidas excepcionales y preventivas para mantener el volumen de los pozos de la Sierra».

De ahí que se prohíba el uso del agua en la «red domiciliaria en estas zonas para distintas prácticas», las antes mencionadas, situadas en un entorno residencial junto al mar.