En aquella otra ocasión, el oficial fue castigado por una falta considerada muy grave al colgar en una página web 'asig.org' información confidencial sobre ETA y el terrorismo islamista, según la sentencia del Alto Tribunal.
En concreto, se le condenó como autor de una falta prevista en la Ley orgánica del Régimen Disciplinario de la Guardia Civil, la violación del secreto profesional que perjudica la labor policial.
Difundió dos documentos internos relacionados con detonadores y medidas para adoptar para atajar la amenaza del terrorismo, tanto etarra como de los radicales del islamismo. Una de las informaciones tenía como destinatario al entonces ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, así como altos dirigentes de seguridad del Estado y los servicios de inteligencia (CNI).
Asimismo, subió a la citada web comentarios en los que relacionaba esos datos confidenciales con la gestión del Gobierno socialista con duras críticas y acusaciones de «no haber aumentado las medidas de seguridad en los cuarteles», así como un comentario supuestamente del presidente de una asociación de guardias civiles que, según una investigación posterior, resultó falso.
Se trata del mismo sargento que el pasado 19 de febrero fue arrestado por esta otra infracción, al simular que realizaba seguimiento de una mujer que había fallecido un año antes, según ha adelantado esta sábado la SER.
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