Un restaurante con Estrella Michelin sanciona con 50 euros a sus camareros si llegan quince minutos tarde al trabajo

Al compartir esta información en sus redes sociales, se han desatado las críticas contra estas sanciones al personal y hay quien incluso ironiza con que airearlo facilita la actuación de la Inspección Laboral contra una práctica que muchos consideran abusiva.

Otro también lanzan el interrogante de si por llegar antes de la hora hay bonificación, o cuando se termina la jornada más tarde de la hora estipulada en el contrato de trabajo.

En cualquier caso, se apela a que hay otras formas de hacer cumplir el horario y, en última instancia, se puede amonestar o expedientar al trabajador que no acuda a su puesto a la hora, si es reincidente, tal como contempla la legislación en cualquier sector, por convenio colectivo.

El singular «baremo» establecido en este restaurante fija una sanción de 10 euros descontados del sueldo por llegar cinco minutos tarde, el doble si son diez minutos y la multa máxima de 50 euros por más de quince minutos de retraso para incorporarse. «Creemos que es la mejor manera para terminar con la impunidad de llegar tarde a trabajar y que no implique sanción alguna», se justifican desde la gerencia del restaurante «después de haberse reunido los chefs, los maitres y la dirección».

También argumentan otra razón, «el consecuente perjuicio para los compañeros que sí están a su hora en el puesto de trabajo, y que tienen que asumir con su trabajo que haya compañeros que llegan tarde».

Este último aspecto parece a priori razonable, si bien hay otra medida adoptada en este establecimiento que arroja dudas sobre si el horario de salida es igual de estricto que el que se pretende fijar para entrar al trabajo. Al regular el cobro de las propinas repartidas entre todo el personal, se advierte de que «esto va a implicar una mayor implicación, teniendo en cuenta que cuando se les pida que se queden por algún motivo, su respuesta sea afirmativa». En definitiva, alargar horario por cuestiones de carga de trabajo.

En general, las reacciones de indignación en internet se refieren a las sanciones económicas, fuera de la normativa laboral, y la impuntualidad no es la única situación que quieren castigar en este establecimiento: el absentismo sin aportar baja médica penaliza al trabajador sin cobrar propina y se le descuenta ese día de las vacaciones; también la rotura o pérdida de material, «una lacra constante», que dejará al responsable sin propina.

Las conclusiones de Jesús Soriano son contundentes. «Estas cosas suceden hasta en Estrella Michelin, intolerable», lamenta, además de plantear que ese sello de calidad tenga en cuenta estos aspectos de las condiciones laborales y no sólo la pericia o originalidad en la cocina. «Antes de otorgar una estrella Michelin, deberían también estar seguros de que el equipo tiene unas condiciones dignas y que se les respeta todos sus derechos, eso sería una estrella de verdad, saber que vas a comer muy bien y estar seguro de que el equipo no está explotado y está feliz».