No es el primer triunfo que cosecha este afamado restaurante de tradición familiar fundado en 1989 y que ahora dirige la segunda generación de estos enamorados de la gastronomía mediterránea. Durante los últimos años, han ganado decenas de premios en diferentes localidades de la Comunidad Valenciana e incluso han abierto desde 2015 seis espacios culinarios en Tokio y Yokohama, Japón.
El segundo premio ha ido a parar al Restaurante Atlantis, de Santa Cruz de Tenerife, y el tercero para Socarrat Restaurante, llegado desde Miramar, Buenos Aires. En cuanto a la categoría de mejor paella cocinada por un restaurante internacional ha resultado vencedor Simply Spanish, de Australia.
Respecto al premio nacional, lo ha ganado El Muelle del Barrio Pesquero, de Santander, y el mejor de la Comunidad Valenciana, Alejandro Platero, en Valencia. Por último, el de mejor paella local, lo ha vuelto a conseguir Llopis, todo un clásico. Todos ellos han recibido sus galardones de manos el alcalde de Sueca, Julián Sáez, la concejala del concurso, Teresa Ribes, y el director general de Turismo, Israel Martínez.
Por su parte, el alcalde mostró su satisfacción por el hecho de que el municipio «vuelva a convertirse en el epicentro de la excelencia gastronómica, acogiendo a los mejores profesionales de diferentes países», a quienes ha agradecido su «interés año tras año por venir a concursar».
El director del concurso, Tony Landete, celebró que la iniciativa «esté en boca de todos»: «Hemos conseguido convertir a Sueca en la capital mundial de la paella y en referente en cuanto a profesionalidad del propio concurso y de sus participantes. Estamos plenamente satisfechos de afirmar que el certamen de Sueca es el más internacional de todos cuantos se celebran y que goza de una identidad propia muy reconocible por todos«.
Por lo que respecta al reconocimiento como 'Paellero de Honor', este año la organización ha destacado la labor de Ramón Carreres Ortells, exdirector del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), fallecido en 2017. Por su lado, la paella decorativa que todos los años se puede contemplar en el hall de la sala donde se entregan los premios, obra de Teresa Roig, este año se ha dedicado a la figura de la joven deportista olímpica suecana Patricia Pérez Fos.
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