A principios del pasado noviembre, agentes de Policía Nacional adscritos al Puesto Fronterizo del Aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernandez tuvieron conocimiento de un hurto que habría sufrido en las propias instalaciones del aeropuerto una mujer de origen belga y afincada en Altea.
Según manifestó la denunciante, el día que volaba hasta su país natal, con el fin de pasar las fiestas navideñas, pasó momentáneamente por las oficinas de la empresa de alquiler de vehículos situadas en el propio aeropuerto, en las que dejó en el mostrador una caja que contenía en su interior un ordenador portátil de alta gama, de una marca muy conocida, todavía precintado y valorado en 1.299 euros.
La mujer la perdió de vista por segundos hasta que finalmente alguien aprovechó el despiste y se la llevó, según ha informado la Policía. La víctima explicó a los agentes que ese ordenador portátil era el regalo navideño para un familiar que se encontraba en Bélgica y que se había «decepcionado enormemente» al saber que se quedaría sin él.
Los agentes iniciaron los trabajos para identificar a la persona que se habría apropiado de manera fraudulenta del ordenador y lograron una identificación plena del presunto autor de los hechos, un hombre de origen francés y de 49 años, al que se le pudo ver «claramente» por la cámaras de vigilancia cómo aprovechaba un descuido de la víctima y empleados para hurtar el ordenador y esconderlo entre sus pertenencias.
Los agentes también descubrieron que el presunto autor de los hechos se encontraba ya en Francia, si bien realizaron todas las gestiones pertinentes para poder contactar con él y poder recuperar el regalo.
Varias semanas después, el ordenador llegó a dependencias de la Policía Nacional en el aeropuerto remitido por el presunto autor de los hechos desde Francia, tras ser advertido de que habría incurrido en un delito de hurto tipificado en España, donde tendrá que comparecer personalmente por ello.
El regalo pudo ser entregado a su legítima propietaria, quien agradeció a los agentes poder hacérselo entrega a su familiar en Bélgica justo a tiempo y antes de que acabaran las fiestas navideñas.
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