Quince horas de tortura para 'rascar' 30.000 euros: el cruel secuestro mortal de una anciana de 81 años y su hijo a un joven

Un calvario que, además, fue documentado gráficamente en redes sociales a través de fotos y vídeos que los presuntos secuestradores enviaron a la familia de la víctima y que esta puso en conocimiento del Consulado Argelino en España. En estas imágenes, se veía al joven en lamentables condiciones y tendido en el suelo en posición decúbito supino, con la cara tapada con una fregona, sangrando y muy magullado, según confirman fuentes de la Policía Nacional.

Dos investigaciones policiales paralelas permitieron la detención de la anciana octogenaria y su hijo. La primera, el aviso de un posible secuestro de un ciudadano argelino en Alicante y, la segunda, la alerta de un equipo SAMUR que se había desplazado a un domicilio para atender a un varón con abundantes heridas sangrantes y con cortes por todo el cuerpo.

Cuando los agentes llegaron al lugar y observaron el escenario, no tuvieron ningún tipo de duda: se trataba de un crimen de naturaleza «extremadamente violenta». Presenciaron a un hombre tendido en el suelo, inconsciente y gravemente herido con laceraciones de cortes y visibles contusiones por todo el cuerpo, el cual estaba siendo asistido por los servicios médicos.

Junto a ellos había dos personas más, una mujer y su hijo, quienes manifestaron ser conocidos de la víctima y que se lo habían encontrado en ese estado, por lo que llamaron a los servicios sanitarios. En ese momento, comenzaron a sospechar de que no se trata de amigos suyos y que había algo más detrás.

El varón de 40 años relató a la Policía que se encontraba disfrutando de las vacaciones con su madre. Respecto a los hechos, manifestó que su amigo, la víctima, junto con otros cinco individuos, le habían robado el día anterior su dinero y otras pertenencias y que, tras habérselas reclamado, su 'amigo' le llamó por teléfono de madrugada para devolvérselas. Explicó también que habían dos hombres más, desconocidos, e incluso aportó el nombre de un potencial sospechoso, hasta que finalmente por la tarde hallaron a la víctima herida en el suelo.

Cuando la investigación policial seguía su curso con el relato aportado por los presuntos captores, otras dos personas acudieron a comisaría para informar que habían visto las imágenes de las torturas en redes sociales y que estaba secuestrado. En ese momento, dieron una descripción que coincidía con el hombre que se encontraba en la vivienda y que horas atrás había comunicado a los agentes no saber nada y haberse encontrado a la víctima en ese terrible estado.

Así, se entrelazó la investigación y se estableció la conexión entre ambos hechos hasta detener al sospechoso. Después, cuando acudieron al domicilio donde se practicaron las torturas, encontraron a la madre limpiando la sangre del suelo con una fregona para eliminar cualquier tipo de prueba incriminatoria contra ella y su hijo, siendo detenida también.

El desenlace fue comunicado desde el hospital a la Brigada de Policía Judicial la tarde del día siguiente al ingreso hospitalario de la víctima. Veinticuatro horas después aproximadamente, la víctima fallecía en el hospital debido a uno de los golpes que había recibido en la cabeza.

Según reveló la autopsia, un fuerte traumatismo provocado por un golpe con algún objeto contundente en la cabeza fue la causa del fallecimiento y el motivo por el que ingresó prácticamente en muerte cerebral, lo que le produjo a la víctima una hemorragia cerebral y un edema, derivando en un fallo multiorgánico.

La totalidad de las pesquisas, junto con la toma de declaraciones a testigos relevantes para la culminación de la investigación, permitió a los agentes de Policía Judicial establecer una hipótesis concreta sobre cómo pudieron desarrollarse los hechos.

Todo parece indicar que la víctima y el arrestado discutieron dos días sobre un posible robo del primero al segundo de su dinero y documentación, además de las llaves del domicilio donde estaba viviendo con su madre, distinto al parecer del lugar del crimen. Testigos presenciaron cómo en una ocasión, el arrestado le increpaba en actitud violenta para que se las devolviera, sin embargo, la víctima no le daba importancia al hecho.

Los arrestados, ambos de nacionalidad argelina, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de guardia de Alicante, acusados de los delitos de asesinato, secuestro y delito contra la intimidad. Se decretó el inmediato ingreso en prisión provisional para el varón mientras que la mujer fue puesta en libertad tras su comparecencia en el Juzgado.

El suceso tuvo lugar el pasado 7 de septiembre. La investigación, culminada en escasos dos días, ha sido desarrollada y coordinada estrechamente por el Grupo de Homicidios de la UDEV y el Grupo Primero de Crimen Organizado, ambos incardinados dentro de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Alicante, quienes han contado con la colaboración de los Grupos Operativos de Respuesta de la Comisaría de Alicante Centro y de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Alicante.