PP y Vox dan luz verde a la ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones sin multas en Alicante

En relación con la ausencia de los tres grupos de la oposición de izquierdas, el presidente de la comisión municipal y concejal de Coordinación de Proyectos, Antonio Peral, ha criticado «el comportamiento irresponsable de PSOE, Compromís y EU-Podem, que están mucho más pendientes de montar circo que de ocuparse de los asuntos que afectan a la gran mayoría de los alicantinos».

A su juicio, la portavoz socialista, Ana Barceló, y los demás representantes de la izquierda en este Ayuntamiento «demuestran con esta actitud infantil su nulo compromiso con la ciudad y su pataleta constante cuando no se salen con la suya».

Por su parte, el concejal de Medio Ambiente, Manuel Villar, ha resaltado: «Respetamos el ordenamiento jurídico y las obligaciones que se nos imponen desde la UE, manteniendo la misma posición que venimos defendiendo desde el principio del debate abierto en torno a la norma, que también defiende Vox, de establecer esta ZBE sin sanciones ante la buena calidad del aire de Alicante y las acciones que estamos desarrollando para su mejora mediante las actuaciones de peatonalización, calmado de tráfico, desarrollo de corredores verdes y renovación de la flota de autobuses urbanos con vehículos '0 emisiones' e híbridos, siendo líderes en la electrificación del transporte público en la Comunitat Valenciana».

La aprobación de esta ordenanza se hace efectiva en cumplimiento de la normativa europea desarrollada en la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética que obliga a todas las ciudades españolas de más de 50.000 habitantes a implantar Zonas de Bajas Emisiones para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan los vehículos más contaminantes.

En concreto, recalca el equipo de gobierno, la ZBE de Alicante se orienta «al fomento de la movilidad sostenible, la desincentivación de las alternativas más contaminantes y la educación ciudadana para generar hábitos más saludables».

Las actuaciones en esta ZBE se deben conjugar, además, con mejoras del espacio público para peatones y ciclistas e incrementar la masa verde y arbórea para contribuir a mejorar el espacio público y reducir la temperatura ambiente, tal y como ha desarrollado el Ayuntamiento en actuaciones recientes en el frente litoral, la avenida de la Constitución y el eje Gadea-Soto-Marvá, entre otras actuaciones de transformación urbana llevadas a cabo.

El ámbito de aplicación de la ZBE se configura en el marco de tres anillos convenientemente señalizados: el primero se circunscribe al Casco Antiguo, el segundo al Centro Tradicional y el tercero está delimitado por la circunvalación urbana de la Gran Vía.

Todos los vehículos podrán circular libremente por los anillos II y III, correspondientes al Centro Tradicional y la Gran Vía, sin restricciones ni sanciones, mientras que en el entorno del Casco Antiguo (anillo I) se mantiene una zona señalizada con limitación de accesos.

Sobre la Comisión de Presidencia celebrada este lunes, la portavoz del grupo municipal socialista, Ana Barceló, ha acusado al gobierno alicantino de Luis Barcala de «ocultar informes fundamentales vinculados a la ZBE». Según ha informado el PSOE en un comunicado, la formación «solicitó el pasado el jueves el informe económico elaborado por el departamento correspondiente, así como el calendario de implantación por fases al que se hace referencia en la documentación» y han denunciado que «ninguno se ha presentado antes» de la reunión.

«Barcala ha pretendido engañarnos para abordar una ordenanza que es un fraude. El procedimiento es una chapuza, por eso no les importa que la oposición tenga o no toda la documentación necesaria para la votación que se tenía que producir. Han rectificado el informe técnico allí mismo, 'in voce', para que Vox apoye esta cuestión mientras tratan de engañar a todos los alicantinos y alicantinas», ha subrayado Barceló.

La portavoz socialista ha participado en dicha comisión junto al concejal Miguel Castelló y ha justificado su abandono «al considerar que los motivos por los que se han rechazado gran parte de las enmiendas del grupo socialista no se sostienen». «Estamos ante un proyecto de ordenanza que es una pantomima, un fraude con el que el alcalde reafirma el posicionamiento negacionista que comparte con Vox», ha insistido.

El PSOE ha informado que entre las enmiendas que ha presentado se encontraban «exigir la elaboración de un informe socioeconómico para evaluar el impacto» de la ordenanza. Además, el grupo socialista ha asegurado que «los servicios jurídicos advierten sobre la necesidad de contar con un informe económico sobre el balance de gastos e ingresos para valorar la repercusión y efectos de la ordenanza» y que desconoce «si está elaborado o no» porque «no está incluido en el expediente».

Por su parte, el portavoz de Compromís, Rafa Mas, ha calificado de «bochorno y vergüenza» la situación. «Qué irresponsables quienes gobiernan la ciudad. PP y Vox nos han traído una ordenanza pactada de ZBE con un expediente incompleto, que carece del informe económico tal y como exigen los servicios jurídicos, así como de un informe de implantación, de calendarización, de aplicación y, además, se han equivocado en la redacción de artículos por los cuales han tumbado las enmiendas», ha valorado.

Mas considera que lo planteado en ese borrador es una «chapuza» porque una ZBE «debería servir para transformar la movilidad, transformar la ciudad a nivel urbano, mejorar la calidad del aire, luchar contra el cambio climático y dar oportunidades a los vecinos y comerciantes».

Además, también ha criticado el acuerdo entre PP y Vox, partido -este último- que, según el representante de Compromís, «solo está interesado en los festejos taurinos y religiosos, proteger los símbolos franquistas y poco más». «Pedimos al PP que retire este expediente, que devuelva el borrador de la ordenanza a la junta de gobierno y que se siente a pactar con los partidos que creemos en la transición energética ecológica y la transformación urbana de la ciudad», ha apostillado.

Desde EU-Podem, su portavoz en el Ayuntamiento de Alicante, Manolo Copé, ha seguido en la misma línea que socialistas y valencianistas y ha avisado que «no hay calendario de aplicación ni informes de impacto económico», por lo que, considera, «han hecho oídos sordos a las aportaciones de las entidades» y «han pasado el rodillo a las aportaciones de la oposición progresista, basándose en supuestos criterios técnicos que son realmente políticos».

«En la Comisión nos hemos levantado de la mesa junto con los compañeros y compañeras del PSOE y Compromís. No hemos entrado en el fondo de la cuestión ni en el debate de las enmiendas presentadas. Veremos las consecuencias de esta irresponsabilidad. Nos estamos jugando mucho dinero público recibido para aplicar la ZBE», ha sentenciado Copé..