De acuerdo con la información facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSCJ) y el relato del ministerio público, el policía se habría valido de la amistad que tenía con la madre de dos niñas, de 14 y 11 años, para contactar con ellas de manera telefónica.
A través de llamadas y mensajes de contenido sexual, defiende la Fiscalía que evidenció una intención de satisfacer sus fantasías sexuales y lograr un acertamiento a las menores. Así, durante el mes de junio de 2022, el procesado remitió whatsapps en el que les preguntaba si estaban solas, si tenían redes sociales o si habían puesto en ellas fotos comprometidas.
El hombre les advirtió que «había una persona violando y secuestrando a niñas de su edad» en la zona en la que ellas vivían y se ofreció a protegerlas como policía. La Fiscalía añade que el hombre llegó a enviar a la menor de las víctimas mensajes de audio en los que con voz jadeante y en tono excitado o susurrante, en los que insistía en llamarla.
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