Así es el parking del Centro Comercial Bonaire, donde la UME trabaja contrarreloj para acceder en busca de víctimas

Tal y como ha contado a ABC personal de este complejo empresarial, los alrededor de 2.000 trabajadores están a salvo y en día en el que la inundación les pilló en sus puestos lograron subir a la primera planta y refugiarse, un instinto de superviviencia que siguieron varios de los clientes que en ese momento se encontraban allí, una afluencia baja.

Sin embargo, lo que más preocupa es lo que pueda haber en el párking subterráneo del centro, que quedó completamente inundado hasta el techo como se observa en las fotos que muchos ciudadanos han compartido en las redes sociales.

Allí se encuentra la UME, la Unidad Militar de Emergencias, achicando el agua con bombas pero aún sin poder acceder al que se teme que pueda ser un escenario terrible de inertes almas que quizá trataron de salir del complejo y no lo consiguieron.

Por el momento, no hay datos ni previsiones de lo que los militares pueden encontrarse una vez que consigan acceder y es que aún ni siquiera los buzos han hecho incursiones en la zona.

El Centro Comercial Bonaire cuenta con una superficie de 254.000 m² (135.000 de superficie bruta alquilable) repartidos en tres plantas y es uno de los más populares de la zona, con un amplio área de restauración y ocio y tiendas de gigantes como Primark, Zara, H&M o Lefties. No en vano, es el complejo de ocio y compras más grande de la Comunidad Valenciana.

Su párking subterráneo, donde ahora están puestas todas las miradas a la espera de poder acceder e inspeccionar la zona, cuenta con 1.800 plazas de aparcamiento distribuidas en un sótano. En total en todo el recinto, contando con las exteriores, hay 5.700 plazas.

La esperanza reside en que ese día, por el tiempo adverso, no había una alta afluencia, pero es imposible determinar si la UME encontrará o no personas una vez consigan adentrarse en sus estructura.

Dado el tamaño del centro comercial, su párking cuenta con diferentes accesos alrededor del complejo, donde ahora se sitúan los efectivos militares con las bombas para achicar agua y lograr acceder a un espacio de incertidumbre anegado desde hace casi una semana.