«Incluso Nelson Mandela implantó, con rango constitucional, un sistema de libertad de elección de lengua, como defendemos desde Hablamos Español», subraya Gloria Lago, presidenta de esta entidad.
La referencia viene a colación del principal argumento esgrimido por quienes han mostrado su disconformidad con que algunos gobiernos autonómicos salidos de las últimas elecciones varíen la política educativa idiomática, en concreto, el valenciano y el balear: que van a provocar discriminaciones entre alumnos castellanohablantes y los que utilizan predominantemente la otra lengua cooficial en su territorio, cuando en realidad parece que eso ocurre más bien ahora.
De hecho, el sindicato STEPV presentó en octubre alegaciones a la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de la Generalitat Valenciana, por incluir medidas para que en estas zonas donde hay exención de la asignatura de valenciano, no se obligue a aprender otras materias troncales en ese idioma como vehicular.
«Quienes se oponen a la libertad de elección de lengua la califican como segregación», precisa Lago, acerca del término utilizado por estos sindicatos y plataformas de cariz nacionalista e independentista. En realidad, tal como razona la fundadora de Hablamos Español, «segregar es separar contra la voluntad del afectado» y, en consecuencia, «están calificando como segregacionistas a Reino Unido, Finlandia, Italia y otros países».
En estos casos, existe una realidad de uso de más de un idioma oficial, pero las administraciones preservan el libre albedrío de las familias para optar por el que prefieran, sin imposiciones. Y eso ocurrió también, en su día, con Nelson Mandela, personaje de prestigio mundial en la lucha por las libertades y poco sospechoso de propiciar la segregación, precisamente él que la sufrió durante décadas. El dirigente recibió en 1993 -junto con el presidente sudafricano F. W. de Klerk- el Premio Nobel de la Paz y posteriormente, al asumir el poder optó por garantizar esas libertades cuando abordó esta cuestión de la enseñanza, al desmontar las estructuras del apartheid.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete