Okupas en albornoz burlan las redadas policiales en un hotel de lujo abandonado en Valencia

Tal y como informó este periódico el pasado mes de agosto, la Policía Local de Valencia y la Guardia Civil decidieron intensificar su cerco a los okupas que se encuentran en el interior del hotel. De hecho, llegaron a detener a un hombre y desde entonces las redadas y las vigilancias al recinto son prácticamente diarias.

No obstante, los okupas no han cesado en su empeño de invadir el Sidi Saler, pese al exhaustivo control policial. De hecho, de acuerdo con la información que publica la Cadena Cope Valencia, esta misma semana se ha incrementado todavía más el número de efectivos, apoyados por drones, algo que no ha intimidado a los ocupantes, a quienes se les puede ver paseando en albornoz por las inmediaciones sin ningún tipo de rubor.

Durante las ocasiones en las que los agentes accedieron a las diferentes plantas del hotel no encontraron a ninguna persona en el interior, aunque sí pudieron atestiguar que el inmueble se encuentra en completo estado de abandono, con agujeros en la verja por donde supuestamente acceden personas e indicios de okupación ocasional, con restos de comida, envases y de consumo de estupefacientes.

En los últimos meses, la Policía Local de Valencia ha acudido en múltiples ocasiones al edificio abandonado por avisos de vecinos y del vigilante de seguridad por incidentes como robos de objetos del hotel o peleas entre los mismos okupas. En junio, identificó a dos hombres que presuntamente acababan de robar en el hotel y que se habían quedado atrapados en medio de las dunas de la playa con su vehículo, en cuyo interior fueron sorprendidos dormidos y bajo los efectos del alcohol y otras sustancias.

El Ayuntamiento de Valencia se puso en contacto con la propiedad del antiguo hotel para que «incrementaran la seguridad privada y reforzaran el ámbito perimetral» del edificio, con el objetivo de «evitar» actuaciones policiales en la medida de lo posible, algo que se sigue sucediendo en este mes de septiembre.

Por su parte, los vecinos de la zona de El Saler muestran su enfado con la okupación del hotel y advierten de que las continuas salidas y entradas de los invasores del resort provocan que tengan mayor presencia en urbanizaciones colindantes e incluso en las zonas de playa, cuyas duchas utilizan para su higiene personal.