Una nueva iniciativa de Pedro Cavadas en Cuenca pone en pie de guerra a los ecologistas

Al respecto, en una entrevista con la revista virtual «Club de caza», Pedro Cavadas, un arquero experimentado, explicaba cuáles son sus puntas de flecha preferidas para la caza de animales.

Según Ecologistas en Acción, la iniciativa de levantar un criadero de Muflones parte de la empresa Ruoixao, propiedad de Pedro Cavadas. La organización sostiene que el objetivo de la granja pasa por proveer «material de sacrificio» para el coto privado de caza que Rupxiao tiene en el vecino municipio de Villargordo del Cabriel, ya en la provincia de Valencia, además de la «venta en vivo» de ejemplares de esta especie a otros cotos.

Según denuncia Ecologistas en Acción de la comarca de la Manchuela, «la afición a la caza con arco que un grupo selecto con alto poder adquisitivo pueda tener no justifica el daño ambiental de este tipo de cotos y granjas ni los riesgos de alteración de ecosistemas«.

En ese sentido, han mostrado su oposición al proyecto de Pedro Cavadas ya que, en su opinión, «el documento ambiental no reúne las condiciones que exige el art. 52.2 de la Ley de Evaluación Ambiental, y adolece de multitud de omisiones respecto a los impactos, medidas higiénico sanitarias, afecciones a la fauna existente y al medio natural en general. La descripción de los aspectos medioambientales que pueden verse afectados por el proyecto es muy pobre, es una copia de información del plan de gestión Natura 2000 del espacio afectado, y del plan de recuperación del águila perdicera, así como de información genérica sobre vertebrados«.

La granja proyectada por Ruoixao precisa de un vallado perimetral de 10.542 metros, lo que para Ecologistas en Acción puede resultar «demoledor» sobre los corredores de la fauna en la zona.

La iniciativa pretende comenzar con 129 ejemplares de muflones, nueve sementales y el resto hembras reproductoras. Sin embargo, la entidad ecologista denuncia que «no especifica la carga ganadera que se pretende alcanzar, con lo que es imposible calcular los impactos sobre el terreno y la flora».