El motivo por el que echaron a un tiktoker español del Machu Picchu: «El guardia se lo tomó muy a pecho»

El creador de contenido, popular por sus vídeos de comida y restaurantes, relata que un vigilante de seguridad del Machu Picchu le echó por ir sin camiseta. «Básicamente fue por eso, yo en España cuando voy por la montaña y pega el sol me quito la camiseta y me voy secando el sudor con ella», relata.

No obstante, prosigue, quitarse la parte de arriba se considera una «falta de respeto» en el famoso templo peruano, por lo que «pidió perdón y se volvió a poner la camiseta inmediatamente». «No habría ido a mayores de no ser porque me tocó el guardabosques más refunfuñón y con más mala hostia del mundo», lamenta.

Cuenta 'Peldanyos' que llamó al supervisor, quien le pidió y le hizo una foto a su pasaporte e incluso nombró la posibilidad de llamar a la embajada «como si le fuera a deportar». «Se lo estaba tomando muy a pecho. En el primer vídeo que publiqué se me ve muy asustado porque no entendía nada», insiste, al mismo tiempo que explica que le pareció «todo muy descabellado». «Al final no estás en tu país, estás muy lejos de casa y si te la empiezan a liar, te rayas», subraya el valenciano.

No obstante, recalca que el empleado, arqueólogo del Machu Picchu, fue «súper comprensivo» y «un tío de puta madre» que «sólo cumplía con su trabajo» y «que nunca se puso vacilón», mientras el influencer le pedía perdón «con cara de niño asustado».

«Me ha chocado frontalmente con la percepción que tenía con la gente peruana que ha sido súper servicial y se ha portado muy bien conmigo», esgrime el visitante que tuvo que borrar gran parte del contenido que había grabado para su canal de YouTube por ir sin camiseta. «Me pidieron que eliminara las imágenes para evitar que más gente hiciera lo mismo después, algo que entiendo completamente», asevera.

«No obstante -condena-, creo que era totalmente innecesario el mal trago que me hicieron pasar porque parecía que había asesinado a su madre. Ha sido increíble lo tenso que se ha puesto y ese es el problema de llevarse sus problemas al trabajo, que acaba pagándolos con gente que no tiene intención de hacer el mal», implora.