Una ronda de diálogo para buscar «puntos de encuentro» que no ha sido bien recibida ni el PSPV ni en Compromís, que ven con excepticismo este movimiento del jefe del Consell de PP y Vox, anunciado este miércoles durante el pleno monográfico sobre la amnistía celebrado en las Cortes Valencianas. Pese a ello y sin haber recibido un 'no' rotundo, Mazón ha reiterado este jueves ante los medios su apuesta por no insistir «más» en cuestiones en las que «no nos vamos a poner de acuerdo», para «centrarse» en las que sí. Motivo por el que los populares ya están contactando con el resto de formaciones políticas «para que nos digan dónde quieren que les invitemos», con un orden del día «claro».
Los socialistas, de momento, descartan sentarse a hablar con sus rivales políticos sobre un hipotético pacto para impulsar la agenda valenciana en Madrid. Como ya avanzó su síndica en Les Corts, Rebeca Torró, argumentan la, a su juicio, falta de respuesta por parte del presidente autonómico a los ataques que vienen sufriendo sus sedes en las últimas semanas.
«Si quiere que acordemos, lo primero que tiene que hacer es garantizar el funcionamiento democrático y garantizar la convivencia», ha señalado en rueda de prensa el secretario general del PSPV, Ximo Puig, ausente de nuevo ayer en el debate parlamentario. «Si le mantiene la cobertura a la extrema derecha, será difícil entenderse», ha augurado.
«Lo que no puede ocurrir es que esta incitación al odio que se está produciendo cada tarde frente a las sedes del PSOE, no tenga respuesta de la máxima autoridad de la Comunidad Valenciana», ha lamentado.
Unas declaraciones que han tenido réplica por parte del aludido, que ha definido a los socialista como «los jueces de la moralidad de los demás». El barón popular se ha preguntado «cuántas veces más» tiene que mostrar su «condena» a «los ataques, las vejaciones o los comportamientos violentos» hacia la izquierda y a «toda forma de violencia», algo que viene haciendo «desde el primer momento».
Asimismo, ha reiterado que «nadie» excepto él ha reprobado que algunos asistentes a la protesta por el cese de José Luis Pérez Pont como director del Consorcio de Museos pisotearan un cartel con la cara del vicepresidente y conseller de Cultura, Vicente Barrera. «Agradecería que las condenas fueran en todo lugar, de toda manera, pero eso no lo voy a hacer y no lo voy a convertir en una condición», ha sostenido.
Si para alcanzar pactos con los dirigentes del PSPV «quieren poner condiciones morales y tenemos que pasar el escrutinio moral de Puig, yo por los valencianos lo volveré a hacer, otra vez más», ha agregado, para que «eso no sea una excusa para no avanzar».
Puig quita hierro a sus ausencias
Por otra parte, Ximo Puig ha sido cuestionado este jueves sobre sus repetidas ausencias en las Cortes Valencianas y la compatibilidad entre su trabajo como diputado autonómico -es presidente del grupo socialista- y senador.
El exjefe del Consell ha defendido que desde el primer momento se dejó claro que sería Rebeca Torró, como síndica, y el resto de portavoces adjuntos quienes llevarían el peso de la oposición en estos meses de «readaptación» a sus nuevas funciones, mientras él ejercería un papel «de moderación, enlace y liderazgo político».
Puig ha indicado que acude al pleno de la Cámara cuando puede. No asistirá tampoco el próximo miércoles, cuando se celebra la sesión de apertura de la XV legislatura de las Cortes Generales en el Congreso. Tampoco ha aclarado si piensa que puede optar a la secretaría general del partido de nuevo. «No está en estos momentos, en nuestro radar, esa situación. Cuando en todo este tiempo se produzcan las distintas determinaciones respecto al futuro, se tendrán en cuenta», ha zanjado.
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