Mazón no dimite y fía su futuro político a la reconstrucción

«Si no soy capaz de liderar la recuperación que necesitan los valencianos, voy a asumir las consecuencias políticas personalmente no optando a la reelección, porque esto es asumir la responsabilidad», ha aseverado Mazón durante su comparecencia a petición propia en las Cortes Valencianas para rendir cuentas sobre su gestión.

Un pleno monográfico en el que ha recibido fuertes críticas por parte de la oposición ante las lagunas que todavía restan por aclarar en su relato de los hechos y la escasa autocrítica que Mazón ha hecho sobre su papel aquella fatídica tarde. Lejos de apartarse de la primera línea y respaldado por el PP, Mazón ha anunciado que la inminente remodelación de su Gobierno -sin avanzar nombres- incluirá una vicepresidencia para coordinar la recuperación económica y social y una nueva Conselleria de Emergencias e Interior, con competencias para revisar los protocolos de prevención y respuesta.

El jefe del Ejecutivo autonómico ha reconocido errores y ha pedido disculpas por la actuación de la Generalitat durante la tragedia. No obstante, ha centrado el tiro en señalar a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) -dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera- como responsable de un «apagón informativo de dos horas y media» sobre la situación del barranco del Poyo que impidió dar una respuesta temprana a su desbordamiento.

Todos los ojos estaban puestos en el posible colapso de la presa de Forata por la crecida del río Magro, que fue lo que motivó, según Mazón, que se emitiera una alerta masiva en los teléfonos móviles pasadas las ocho de la tarde. Hubo una segunda a las nueve para las comarcas afectadas. Además, ha reiterado en varias ocasiones que todos los sistemas fallaron ante lo «inédito» de la situación.

Durante dos horas y media de intervención inicial y otras dos de debate, el barón del PP ha reclamado «altura de miras» a todas las administraciones ante una situación de la que «políticos y técnicos» han aprendido. También ante la reconstrucción, apelando directamente al Gobierno de Pedro Sánchez, al que viene reclamando 31.000 millones de euros en ayudas. Ha hablado, incluso, de evitar la «manipulación» y la utilización el dolor de las víctimas. Los populares pedirán que se abra una comisión de investigación parlamentaria en las Cortes Valencianas sobre la gestión de la DANA y Mazón espera que se haga lo mismo también en las Cortes Generales.

«No voy a negar fallos. Ni es posible hacerlo, ni sería útil», ha apuntado. «Hacemos autocrítica. Hubo cosas que no se hicieron bien», ha incidido. «Faltó información y coordinación» en la respuesta a la emergencia durante las primeras horas. El presidente valenciano ha defendido que el 112 estuvo informando a los ciudadanos, desde el domingo 27, de los avisos que iba activando la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y de las recomendaciones.

También el martes 29 de octubre, día de la catástrofe, desde primera hora. «Ningún responsable de Emergencias de la Generalitat Valenciana fue convocado» a la reunión que se produjo en la Delegación del Gobierno esa mañana, ha aseverado Mazón, pese a que ya había cortes ferroviarios y «300 camiones estaban atrapados en la A-7».

El jefe del Ejecutivo autonómico ha admitido que fue un error quitar hierro al temporal diciendo que el aviso rojo de Aemet se desactivaría a las 18 horas, algo que finalmente no ocurrió, y por ello eliminó estas declaraciones de sus redes.

A mediodía, con la información de la CHJ, Emergencias trasladó la alerta hidrológica a los municipios sobre la crecida del río Magro y del barranco del Poyo. Después, la Confederación envió tres correos que indicaban «descensos consecutivos» en esta rambla, el último a las 16.13 horas.

A pesar de ello, ha afirmado Mazón, la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, convocó la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) para las 17 horas. La siguiente comunicación llegó a los 18.43 horas, avisando de que el caudal del barranco del Poyo se había disparado de los 28,7 a los 1.686 metros cúbicos por segundo.

«Esto se envía en un simple correo electrónico», ha criticado, sin llamadas ni avisos sobre «las consecuencias catastróficas». «Lo más llamativo», ha insistido, es que los representantes de la Confederación estaban en el Cecopi y «nadie dijo nada».

Mazón ha hecho hincapié en que la Confederación Hidrográfica tenía la obligación normativa y la competencia de avisar del riesgo de desbordamiento de los barrancos. una información que fue «fragmentada, inexacta y tardía». También ha puesto el foco en que parte de sus mediciones «desaparecieron» de su página web. Asimismo, ha sostenido sostuvo ante la Cámara que mantuvo su agenda de la jornada pensando en que los recursos estaban listos y coordinados ante la anunciada gota fría.

Sin hacer alusión a la comida que mantuvo con una periodista para ofrecerle dirigir la radiotelevisión pública valenciana, Mazón ha explicado que se dirigió al Centro de Coordinación de Emergencias en l'Eliana -donde estaba reunido el Cecopi- cuando fue advertido de que la situación en la presa de Forata se agravaba, aunque la congestión del tráfico «alargó el trayecto».

«No fue necesario que nadie me pusiera al día, ni yo retrasé las tareas que se estaban llevando a cabo», ha afirmado ante los diputados, sin dar más detalles de su paradero en las horas clave. Alrededor de las nueve de la noche, según Mazón, contactó con la vicepresidenta María Jesús Montero para pedirle que alertara de la necesidad de más efectivos a los ministros de Interior y Defensa.

El pleno se ha iniciado con un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de la tragedia. A las puertas de las Cortes Valencianas se han concentrado decenas de personas exigiendo la dimisión del presidente de la Generalitat.