Mazón carga contra el Gobierno sin resolver las incógnitas del día de la dana

Con gesto serio y obligado a decir la verdad, el barón popular ha cargado duramente contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez por ponerse «de lado» ante la emergencia y ha reiterado en varias ocasiones que comparecía a petición propia -solicitó intervenir dos días después de dimitir-, que él mismo propuso crear ese foro y que nadie más ha asumido responsabilidades políticas.

Ahora, ha dicho, ha dejado de ser «una excusa» para tapar la «falta de voluntad» y «ausencia de colaboración» del Gobierno central en la reconstrucción, al tiempo que ha vuelto a criticar la actuación de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), con sistemas de alerta por implantar y obras en barrancos por ejecutar, o la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Con un discurso preparado previamente y leído en su práctica totalidad, Mazón ha defendido que no pidió la declaración de emergencia nacional -que hubiera trasladado el mando de la crisis al Ejecutivo central- porque «no trae más efectivos, ni los trae antes». De hecho, ha criticado que se tardara «96 horas en movilizar al Ejército». «Me fie del Gobierno. Feijóo me dijo: 'No ocurrirá'. Y tenia razón», ha agregado.

«Pudo haber errores» en su actuación y en la de la Generalitat, ha indicado, pero no ha resuelto las incógnitas que siguen encima de la mesa y que la izquierda se ha encargado de recordarle. Entre ellas, qué ocurrió en los 37 minutos en los que no realizó ni recibió llamadas en los peores momentos de la tragedia tras su comida en el restaurante El Ventorro con la periodista Maribel Vilaplana; a qué hora llegó al Palau después del almuerzo; o por qué no canceló ese encuentro si sabía que Utiel estaba inundado y la situación era crítica.

Tampoco ha respondido sobre por qué no ha informado de los trayectos del coche oficial, ni ha aclarado a que se refirió Vilaplana cuando -en su declaración judicial- dijo que el presidente, tras responder una llamada en el local, le indicó: «Es lo de siempre, por lo de la foto».

Esa comida, en cualquier caso, no se hubiera producido si hubiera sabido lo que sabe ahora. «Fue un encuentro profesional con una profesional. Una reunión en la que, por supuesto, estuve atento, haciendo llamadas para conocer la evolución de la situación. Una emergencia que, hasta bien entrada la tarde, creía que estaba focalizada en Utiel y en cómo podía afectar a la Ribera y en una posible rotura a 13 horas vista de la presa de Forata, que era la información de la que disponía la consellera. Si Salomé Pradas hubiera sabido que el -barranco del- Poyo se estaba desbordando me lo habría dicho», ha incidido.

Mazón ha recalcado que no era miembro del Cecopi, que no era necesario ni retrasó ninguna decisión de este órgano y que el hecho de no responder alguna llamada no significa que estuviera incomunicado: «No tengo responsabilidad operativa en la emergencia». «Si el mensaje no llegó a tiempo para la Horta Sud no fue porque alguien lo parara o bloqueara, mucho menos Salomé Pradas, esperando una autorización que ni pidió ni necesitaba. Fue porque el Cecopi ignoraba que hubiera un problema en la zona hasta que fue demasiado tarde», ha sostenido.

«¿Quién en su sano juicio podría estar en contra de alertar a la población?», se ha preguntado. «Nadie puede pensar que la gestión de una emergencia dirigida por mandos operativos con más de 30 años de experiencia puede depender de si yo realizaba llamadas desde mi despacho, desde un restaurante, desde la calle o desde la India», ha subrayado, haciendo de nuevo referencia a Pedro Sánchez, que estaba de viaje oficial en este país durante la crisis. Todos saben lo que él hizo, ha lamentado, pero no lo que hicieron los demás.

El formato de la comisión -incluido en el plan de trabajo que la mayoría de PP y Vox aprobó antes de iniciarse las comparecencias de técnicos y expertos- es diferente al interrogatorio que se lleva a cabo en el Congreso, donde Mazón comparece el próximo lunes. Durante una hora y media se han ido sucediendo las intervenciones de los grupos parlamentarios sin que pudiera darse un debate. Eso ha hecho que muchas preguntas -el PSOE le ha entregado un listado con 31 cuestiones- se hayan quedado en el aire.

A la sala en la que se ha producido la comparecencia -la primera de un político desde que se activó- sólo ha podido acceder un reducido grupo de personas -portavoces, periodistas y asesores- por sus dimensiones. Entre ellas no estaban los representantes de las asociaciones mayoritarias de víctimas, que se han concentrado a las puertas de las Cortes y cuyo testimonio todavía no se ha escuchado en la cámara regional.

«No entiendo por qué has dimitido si lo has hecho todo estupendamente y no tenías responsabilidad», le ha espetado a Carlos Mazón el portavoz socialista, José Muñoz, que le ha pedido que renuncie al escaño y al aforamiento y vaya a declarar ante la juez de Catarroja que instruye la causa penal sobre la barrancada.

Por su parte, el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, se ha preguntado qué presidente está informado de que Utiel está inundado y se queda «de sobremesa», al tiempo que ha acusado al dirigente popular de «buscar las culpas de los otros» mientras cuenta «su enésima versión» de lo ocurrido.

Para esta sesión se citó inicialmente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; la exministra de Transición Ecológica y actual comisaria europea, Teresa Ribera; la ministra de Defensa, Margarita Robles; el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska; y la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé. Todos rechazaron acudir a la cámara autonómica alegando que sólo deben responder ante el Congreso y el Senado, al igual que había ocurrido anteriormente con algunas peticiones de documentación.

Precisamente, el portavoz de Vox, José María Llanos, ha cargado contra Sánchez por ello y por la «falta de información total» y el «abandono total» que, a su juicio, influyó en la gestión que hizo la Generalitat durante la tragedia. Una «excusa legal» y «barata», según el representante del PP, Nando Pastor, que se ha preguntado si las familias de los 229 fallecidos «no merecen una explicación del Gobierno de España en esta sala». Dejar las «sillas vacías», ha aseverado, ha sido «un acto de cinismo y cobardía política» y una «burla» a los valencianos.

Además de referirse a las obras hidráulicas que hubieran evitado daños y salvado vidas y que siguen sin ejecutarse, Llanos también ha criticado la actitud inicial de los socialistas, que incluso se ofrecieron en un primer momento a aprobar los presupuestos autonómicos. Sólo ha reprochado a Mazón una cosa: su «actitud confiada con Sánchez» durante los primeros días tras la dana.

Las intervenciones de Pastor han provocado las críticas de la izquierda al incidir en que «desde el minuto uno» PSOE y Compromís han utilizado a los damnificados en la tragedia. El diputado popular considera que Sánchez debe explicar por qué se reunió con representantes de sólo tres asociaciones y «creó víctimas VIP y víctimas de graderío» en el funeral de Estado.