Los agentes recibieron la llamada de una vecina alertando que hacía varios días que escuchaba gritos de animales, al parecer desatendidos. Al llegar, escucharon maullidos de gatos saliendo de un primer piso con signos de abandono.
Para poder socorrer a los animales acudió una unidad de bomberos, que accedió a la vivienda a través de la fachada. Una vez en el balcón, los indicativos policiales percibieron un fuerte olor a marihuana que llamó poderosamente su atención.
Al entrar en esta casa para confirmar el estado de los animales y encargarse de su bienestar, descubrieron una gran plantación de marihuana indoor que contaba con aproximadamente 400 plantas y hasta 31 lámparas para favorecer a su correcto cultivo.
Además, la vivienda comunicaba con el bajo de la finca a través de un agujero en la pared tapado con un colchón. «Gracias al aviso por los gatos maullando presuntamente abandonados pudimos encontrar esta plantación indoor», indican fuentes de la Policía Local de Valencia.
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