La acusación pública mantiene que los encausados se aprovecharon de la vulnerabilidad de la víctima, que tenía un delicado estado de salud, para convencerla de que invirtiera 300.000 euros en diferentes productos financieros a través de la correduría de seguros de la que ambos eran titulares.
Según el escrito de la acusación pública, los procesados nunca llegaron a formalizar ninguna póliza con el dinero del perjudicado, que dedicaron a hacer frente a las deudas de la empresa.
Esta misma semana, pero en la Audiencia de Castellón, un hombre se enfrenta a una pena de cuatro años de cárcel por un presunto delito de defraudación de cotizaciones a la Seguridad Social y un año y medio de prisión para otro encausado como cómplice del mismo delito.
Los hechos se produjeron entre 2005 y 2015 cuando, según mantiene la acusación pública, el principal procesado creó hasta cuatro empresas, dedicadas a la limpieza de textiles, con el mismo objeto social, los mismos medios de producción y con trabajadores compartidos, en las que no pagaba las cuotas de la Seguridad Social. La deuda contraída por las mercantiles ascendió a 378.000 euros.
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