María José Catalá devuelve al PP su histórica Alcaldía de Valencia sin el apoyo de Vox

Los populares recuperan así una Alcaldía histórica que ostentó durante más de dos décadas la desaparecida Rita Barberá, derrotada por la izquierda en 2015, para emprender la «segunda gran transformación» de la ciudad. Pese a que ha contado solo con los votos de los 13 ediles de su partido, Catalá ha sido proclamada como cabeza de la lista con más sufragios, tal y como establece la ley electoral, pues ningún aspirante ha logrado la mayoría absoluta, que se sitúa en 17 de los 33 concejales que componen la corporación.

Los cuatro de Vox han apoyado a su candidato, Juanma Badenas. De hecho, ni siquiera han habido conversaciones entre ambos partidos para alcanzar un acuerdo como el que sí se ha firmado en la Generalitat. El PP gobernará en minoría y buscará pactos puntuales para llevar a cabo su programa con todos los grupos, a los que Catalá ha pedido «responsabilidad y lealtad».

Un extremo que ha llevado a Badenas a calificar de «amoral» el nuevo Ejecutivo municipal porque llega al poder sin la «mayoría exigida» y solo porque lo permite la ley.

«No he hecho nada tan emocionante», ha asegurado Catalá, que ya fue alcaldesa entre 2007 y 2012 de la localidad valenciana de Torrent, la sexta con más habitantes de la región y situada en el área metropolitana de la ciudad. En su primer discurso tras ser elegida, ha afirmado que empieza «un nuevo tiempo» en el que quiere «recuperar la luz de Valencia». «No puede haber mayor honor» que ponerse al frente de la capital, ha reiterado en varias ocasiones, tras lo que se ha comprometido -parafraseando a Sorolla- a «gobernarla y amarla, ahora y siempre»,

La popular ha garantizado que cuidará la institución «por encima de ideologías, de siglas y de personas». Entre las medidas que pondrá en marcha ha destacado una bajada de impuestos y políticas sociales con especial atención a los mayores, el empleo y la vivienda. Del mismo modo, pondrá en marcha «cuanto antes» un plan de limpieza y otro para «acabar con el atasco de licencias», más policías en las calles y acciones destinadas a que la movilidad deje de ser «foco de enfrentamiento».

La nueva corporación acabará con la «orfandad identitaria» y defenderá las «señas de identidad»: «Esta misma semana aprobaremos el acuerdo para recuperar la denominación bilingüe de la ciudad y comenzaremos a trabajar en un 9 d'Octubre que recupere las tradiciones». Entre sus objetivos está solucionar el enredo legal de la Marina, terminar el antiguo cauce del Turia con el soterramiento de las vías de Serrería, reivindicar las infraestructuras necesarias en Madrid y poner en marcha la ampliación del puerto.

La ya primera edil, que fue madre por segunda vez a principios de junio, ha estado arropada por su familia y compañeros de partido, tanto en el hemiciclo, como en el Salón de Cristal del consistorio, donde han seguido la sesión algunos invitados. Entre ellos, el vicesecretario de Acción Institucional del PP, Esteban González Pons, o el futuro presidente de la Generalitat y líder de los populares valencianos, Carlos Mazón.

A la misma hora, decenas de militantes se han acercado a la sede del PP -muy próxima al Ayuntamiento- para seguir en directo la investidura. Más tarde se han trasladado al exterior del edificio consistorial, donde Catalá los ha saludado, antes de visitar la Basílica de la Virgen de los Desamparados.

Doce de los 33 ediles se estrenan en el hemiciclo de un Ayuntamiento que cambia de color. El ya exalcalde de Valencia y portavoz de Compromís, Joan Ribó, ha afirmado que pasa a la oposición «con las manos limpias» y que estarán vigilantes ante «cualquier intento retroceso», al tiempo que ha hecho balance de los «grandes avances» conseguidos, sobre todo en materia de movilidad, una de la señas de sus dos mandatos. Además, ha abierto la puerta a pactos sobre «cuestiones positivas» para la ciudad.

En el momento del juramento, Ribó ha prometido que velará por la protección de la huerta y l'Albufera. La mayoría de ediles de Compromís -que pasa de primera a segunda fuerza política en la ciudad- han utilizado diferentes fórmulas, en las que han aludido a la defensa de la cultura, los animales o la igualdad.

Por su parte, la hasta ahora vicealcaldesa y portavoz socialista, Sandra Gómez, ha cargado duramente contra la coalición PP-Vox en la Generalitat y ha expresado su preocupación por el blanqueamiento a a la violencia machista, también cuando ha prometido su cargo. «En este pleno hay cuatro partidos y ninguno ostenta mayoría, por lo que recomendaría que nadie caiga en triunfalismos y soberbias, y dar marcha atrás a los avances que hemos conseguido en los últimos ocho años y donde existe una aceptación mayoritaria», ha aseverado.