La juez echó la culpa a Mazón cuando Vilaplana se derrumbó

La comunicadora relató que no vio al presidente «inquieto o preocupado» en ningún momento de la comida, que comenzó pasadas las 14.30 y terminó a las 18:45 horas. En todo momento, defendió que el dirigente alicantino estuvo comunicado, que no dejó de «hablar y escribir por el móvil» y que se apartaba cuando le sonaba, a lo que ella le preguntó si quería que se retirara, pero él le respondía que «no se preocupara». «Tengo la percepción de escucharle poco hablar. Estaría más escuchando que hablando», aseveró tras agregar que este no le comentó nada de las conversaciones que mantenía: «Nunca escuché palabras como dana, Cecopi o lluvias».

En paralelo, su declaración reveló nuevos detalles sobre el desarrollo del almuerzo y todo lo que vino después. Confesó que en la madrugada del 30 de octubre hablaron de nuevo y que Mazón le dijo que la situación era «muy grave» y que no supo nada de los estragos que estaba causando la riada durante la comida. Ella le pidió entonces que no se publicara su nombre, algo por lo que aún se considera «una cobarde». A los días, el presidente le indicó que debía contarlo porque tenía «mucha presión» y cortaron toda relación a partir de ese preciso momento.

La periodista indicó a la instructora que todavía se pregunta el motivo por el que Mazón «pudo seguir la comida con normalidad» y «como si no pasara nada». Vilaplana señaló que la actitud del barón popular durante la reunión fue «distendida». De hecho, desveló que cuando salieron del restaurante, paseando con «normalidad, se dirigieron al parking, hablaron de fútbol y ella, como consejera del Levante UD, le invitó a ver el derbi contra el Elche. Sobre el tique del aparcamiento, apuntó que no lo guarda un año después pero sí autorizó a la magistrada a conocer su matrícula para que solicite a la empresa propietaria del emplazamiento.