Juan Roig critica la gestión de la dana del Gobierno y la Generalitat: «Un millón de españoles nos sentimos desamparados»
El presidente de Mercadona lamenta que las administraciones públicas no tengan «un plan conjunto» de reconstrucción para las zonas devastadas por la riada
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El presidente de Mercadona, Juan Roig, ha criticado la gestión que «las distintas administraciones públicas», en referencia al Gobierno central y a la Generalitat Valenciana, están llevando a cabo tras la dana del 29 de octubre, «una catástrofe natural descomunal con efectos devastadores que nadie se esperaba» con 223 muertos, tres desaparecidos y «muchos daños materiales y morales».
«Un millón de españoles nos sentimos desamparados», ha lamentado, durante las horas posteriores a la tragedia. «Lo de las dimisiones ya no me toca a mí», ha respondido al ser preguntado en varias ocasiones por este asunto durante la rueda de prensa de presentación de resultados de la compañía de supermercados en 2024.
«Lo peor de todo», pese a que «ya se nota otra vida en la zona cero» cuatro meses y casi quince días después, «es que no hay un plan conjunto de futuro, porque lo único que hacen es pelear», ha aseverado.
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«Me preocupa la crisis reputacional que ha sufrido España, dentro de ella la Comunidad Valenciana, por la gestión que no se ha hecho, ni ágil ni rápida, de las distintas administraciones», ha incidido, a las que ha reprochado su falta de «coordinación». «Nos hubiera gustado que, con los impuestos que pagamos, se hubiera gestionado mejor», ha añadido.
«No me meto en la gestión del 29 porque no se cuantificarlo». «Al principio a todos nos costó, menos a los que estaban directamente afectados, saber cual era la dimensión de la tragedia», pero «el día 30 se podían haber hecho muchas cosas». Pese a que era «muy díficil» reaccionar, «ninguna administración actuó con la agilidad que tocaba», ha sentenciado.
«Los cuatro primeros días fueron nefastos, la gente lo que más recuerda es que se acostaba por la noche y al día siguiente aquello parecía un desierto. Creían que iba a venir gente y los únicos que aparecieron por allí fueron algunas empresas y muchísimos voluntarios», ha sostenido.
Roig, que vivió la riada de 1957 en Valencia, ha advertido sobre la necesidad de acometer las infraestructuras necesarias para evitar otra catástrofe similar: «Si mañana viniera otra dana, tendríamos otra vez los mismos efectos devastadores».
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