De Abbas-Khal al Ventorro

abalorio. Además de adorno vistoso y generalmente de poco valor es también «cuenta o pieza taladrada que se ensarta con otras o se cose sobre ciertas prendas como adorno». Propio o relativo a Ábalos y las múltiples actividades para ensartar negocios desde la secretaría de organización del partido socialista o el ministerio de transportes.

bulero. Individuo dado al engendro de bulos y de propalarlos en ruedas de prensa, medios de comunicación, redes sociales y hasta en comparecencias en la tribuna de oradores del hemiciclo. Son sus sinónimos más conocidos bolañero, bolañista, pilaralegreyolé, trolero y sanchicero.

bulo. Algo que alguien no quiere que se sepa, según apunte de un colega jubilado que así lo ha escrito en un artículo aparecido en el periódico digital Hoja del Lunes de Alicante.

cáncer. Conjunto de enfermedades que se caracterizan por el desarrollo de células anormales que se dividen sin control. Dícese de la específica malignidad que padece el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, cuya directora, María Blasco, ha incrementado con toda anormalidad y sin control alguno, el número de sus asesores, hasta veintiuno; adquirido obras de arte de dudosa valía y peor gusto; viajado por medio mundo a costa del centro para promocionar su espacio de arte, entre otras metástasis de mayor cuantía, que ya deberían haber supuesto su destitución y denuncia ante los tribunales por la presunta malversación de unos fondos que debían estar destinado a la función del centro que es la investigación oncológica y no al pajareo artístico de la que sigue siendo directora contra toda lógica y decencia.

Condado de Pumpido. Título nobiliario concedido por Sánchez IV y mitad como prevaricador agradecimiento a quien consiguió liberar a los Siete Niños del Ere, encarcelados tras ser acusados, juzgados y condenados por haber defraudado 679.412.179 euros destinados para el desempleo, tras quedar conseguido acreditar lo muy injusta que fue esa condena, dado que la cantidad que se dio como total del fraude había sido incrementada de modo tan notorio como torticero, porque lo mismo fueron 679.400.236,75 euros los que se volatilizaron, buena parte de ellos, eso sí, en obras benéficas llevadas a cabo en lupanares de toda clase y condición.

rejonear: clavar el rejón en punto placentero, pero políticamente incorrecto, lo que termina por ocasionar notables perjuicios.

esquí. Deporte consistente en deslizarse sobre la nieve y que a los numerosos adeptos y practicantes se ha unido en estas vacaciones de Navidad y fin de año, quien no tiene tiempo para hacer una visita a la zona afectada por la dana del 29 de octubre, siendo así que allí todavía queda barro en el que poder mancharse y no es plan pisarlo.

gordo. Obeso, pasado de peso. Dícese de la denominación popular del premio mayor de la lotería nacional que se sortea cada 22 de diciembre, y que mantiene su machista apodo porque el hiperactivo frente feminista anti-machirulo no ha movido un dedo a favor del lenguaje inclusivo, de lo contrario a estas horas ya estaríamos hablando del premio de la gorda, e incluso del gorde.

juancarlear. Esforzarse por conseguir el favor de tantas huríes como puede haber en un harén de las mil y una noches, en no pocos casos viéndose obligado al abono del importe correspondiente con o sin iva, para al final ir a acabar donde el moro.

lidia. Arte y suerte del torero frente al astado en el redondel. Dícese de la torera que una vez confirmada su alternativa, espera a puerta gayola la salida del morlaco de la ganadería de la Prensa, tratando de someterle con toda clase de pases hasta conseguir domeñar sus naturales instintos de hurgar, olisquear, averiguar, topar y, llegado el caso, cornear, valiéndose para conseguir la humillación de capotes que todo lo cubren, muletas subvencionadoras, estoques que hieren el ánimo más altivo y cachetes con los que apuntillar al cornúpeta que se resista.

piqué. Primera persona del singular del pretérito perfecto simple del verbo picar. Método para la captación de millonarias comisiones por y para facilitar que alguna competición futbolera, siempre que sea de mucho ringorrango, se juegue en el país que disponga de abundantes recursos y en cantidad suficiente como para conseguir llevarse el agua con la que regar campos de fútbol a su molino, perdón, a su desierto.

rey. Dícese de quien con bárbara intención y propósito esquilma al ídem hasta hacerle perder la cabeza y con ella la corona.

ventorro. Venta de hospedaje pequeña o mala, según la Real Academia. Definición que contradice desde los aperitivos a los postres, pasando por los platos de cuchara o el excelente rabo de toro, la calidad y prestigio del restaurante de Alfredo Romero que, por cierto, no necesita de las repetidas menciones que se hacen últimamente en los medios de comunicación, porque cuenta con una clientela de lo más fiel. Lo único que están consiguiendo los puñeteros periodistas es que todavía sea más difícil encontrar allí una mesa libre. Dícese también de la invitación que se nos hace a los de mí mismo apellido: Ven Torró. En este caso, «si tú me dices ven, lo dejo todo».