Los Jaume I reivindican que España es «una gran productora de talento» y reclaman mejores sueldos y estabilidad

Así, los seis galardonados en la edición de este año han ofrecido una rueda de prensa con motivo del acto de entrega de estos premios, que se celebrará el próximo martes en la Lonja de Valencia presidido por el Rey Felipe VI.

En esta edición, los premiados son Antonio Echavarren Pablos, en la categoría de Investigación Básica; Olympia Bover Hidiroglu, en Economía; Guillermina López-Bendito, en Investigación Médica; Carlota Escutia Dotti, en Protección del Medio Ambiente; Daniel Maspoch Comamala, en Nuevas Tecnologías; y Alfonso Jiménez Rodríguez-Vila, en el premio al Emprendedor.

Al respecto, la investigadora especializada en el campo de las Neurociencias Guillermina López-Bendito ha lanzado un mensaje para los jóvenes investigadores: «En España somos productores de talento, nos los tenemos que creer de verdad». De hecho, señala que desde centros de investigación de referencia internacionales recibe llamadas en busca de investigadores españoles porque «se nos ve, se transpira nuestra motivación, esfuerzo y ganas de superación».

Por ello, hay que «dar ánimo» a las nuevas generaciones porque «sí se puede»: «Hay herramientas para llegar hasta dónde cada uno quiera». En ese sentido, ha defendido que en España «se está abriendo un cambio, no sé si grande o pequeño», y se observan «muchas más iniciativas para reincorporar el talento español que se había marchado al extranjero y captar también talento extranjero». «Hay mucho recorrido por hacer, pero se está avanzando», ha recalcado.

Al respecto, el doctor en Química Antonio Echavarren Pablos, galardonado en la categoría de Investigación Básica, ha coincidido en el buen nivel de investigación de España. Sin embargo, lamenta que los centros españoles no pueden ofrecer sueldos «competitivos» con los que tienen los jóvenes investigadores en Europa, que son el doble, y «además tienen más del doble del espacio para trabajar que el que más tiene en España», ha señalado.

Por ello, a la investigación en España le falta «dar el paso de calidad para igualarnos a Suiza, Alemania o Reino Unido» con «sueldos realmente competitivos como hay para el fútbol porque para la ciencia son bastante rácanos».

En esta línea, la doctora en Ciencias del Mar e investigadora, Carlota Escutia, ha añadido que además de una mejora en los sueldos la retención de talento requiere de estabilidad en las contrataciones. «Es enervante que nuestros jóvenes se estén estabilizando pasados los cuarenta años, es uno de los aspectos que acaban desfavoreciendo el que las mujeres puedan continuar en una carrera investigadora».

El empresario Alfonso Jiménez Rodríguez-Vila, premio al Emprendedor, ha coincidido en la necesidad de cuidar al talento: «Lo que a los empresarios hoy más nos produce es el talento, necesitamos talento para poder desarrollar la empresa y que la empresa pueda crear riqueza y empleo».

Del mismo modo, Daniel Maspoch Comamala, premio en Nuevas Tecnologías, ha incidido en «la necesidad real que tienen las empresas de los científicos para poder desarrollar sus productos y comercializarlos». Así, ha señalado que cuenta con numerosos contratos con el sector privado para llevar su tecnología al público general a través de nuevas plataformas, desde la salud o medio ambiente, pero también incluso en la limpieza de los hogares. «Detrás de un suavizante con perfume que dura mucho hay mucha investigación», ha apuntado.

Por último, la doctora en Economía Olympia Bover Hidiroglu ha resaltado que cuando llegó al Banco de España en 1991 era la única que usaba datos microeconómicos y que ahora en su departamento ya trabaja con 40 colegas. Al respecto, ha resaltado que una de las cosas que más le satisface de su trabajo es que durante estos años han pasado muchos jóvenes por su departamento para realizar investigación en economía y sigue recibiendo correos desde todo el mundo en los que le agradecen «lo mucho que les sirvió».