Cómo influye si la mascota es gato, perro o roedor en el desarrollo emocional del niño
Un estudio de varias universidades españolas revela cómo la mayor o menor interacción con el animal suscita el sentimiento de protección y asunción de responsabilidades en edad infantil
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Iniciar sesiónElegir la mascota influye en la conducta y desarrollo emocional de los hijos, por la interacción según el tipo de animal, tal como revela un estudio de varias universidades españolas y coordinado desde el centro CIBERESP de la Generalitat Valenciana.
Los resultados de esta investigación se han publicado en la revista 'World Journal of Pediatrics' y se basan en datos de 1.893 familias de Valencia, Sabadell, Asturias Guipuzcoa, que hubo que ajustar por factores sociodemográficos.
«Los análisis revelaron que la tenencia continuada de animales como peces, tortugas o hámsteres se asoció con un efecto protector frente a los problemas emocionales, mientras que tener gatos solamente a los 4-5 años mostró una asociación leve con más síntomas emocionales o conductuales», por ejemplo.
Según los autores, esta conclusión sugiere que esas especies menos comunes en familia, como menos demandantes de interacción humana, podrían favorecer una relación estable, lo que podría incrementar el bienestar psicológico infantil. «Incorporar animales de este tipo a las rutinas diarias infantiles podría contribuir a la adquisición de responsabilidades en un entorno en el que el afecto y la empatía se ponen en marcha», ha señalado Ainara Andiarena, investigadora del Grupo BEHRG de la EHU. Otra autora del trabajo e investigadora CIBERESP, Blanca Sarzo, matiza que «de todos modos, para poder reforzar estos hallazgos, sería interesante replicar el estudio con mayor muestra y rango de edad y así poder valorar estos efectos a más largo plazo».
En cuanto a la relación entre tener un gato a los 4-5 años de edad del niño y mayor riesgo de síntomas emocionales o conductuales en la infancia intermedia, «debe interpretarse con cautela». Para Marisa Estarlich, co-autora del trabajo e investigadora de Fisabio, la Universitat de València y el CIBERES, «podrían existir sesgos por selección familiar (familias con ciertas características podrían ser más propensas a tener gatos, por ejemplo), cambios en la convivencia o en el cuidado de la mascota, o diferencias en cómo los padres perciben el comportamiento infantil».
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Globalmente, en este trabajo se ha examinado la presencia de animales como perros, gatos y pájaros (más frecuentes en el hogar), y también de otros más exóticos como roedores, peces y reptiles, cuando los niños tenían 1 y 4-5 años de edad. Y se ha evaluado su posible relación con problemas emocionales o «internalizantes» (como ansiedad, depresión o somatización) y conductuales o «externalizantes» (como ruptura de normas o hiperactividad) a los 7-8 años de edad.
Eso sí, estos investigadores no quieren generalizar ni generar clichés o prejuicios hacia algunos tipos de animales de compañía u otros. «Hay que tener en cuenta que estos hallazgos no implican necesariamente causalidad y que también hay factores no medidos, como el apego real a la mascota, el posible fallecimiento de animales (y el duelo que esto podría implicar), las condiciones del entorno de convivencia o las diferencias en la crianza, que podrían influir», explica Llúcia González, investigadora del CIBERESP en Fisabio y primera firmante del artículo.
El Proyecto INMA, coordinado por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), es una cohorte multicéntrica española creada para estudiar los efectos ambientales (aire, agua, dieta, entorno) sobre el desarrollo infantil. Este estudio se ha llevado a cabo por personal de la Fundación Fisabio, organismo dependiente de la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), la Universitat de València (UV), la Universidad de Oviedo, la Universidad del País Vasco (EHU), la Universitat Jaume I de Castelló, el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por Fundación »la Caixa», y el IIS Biogipuzkoa.
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