Incendio Bejís: el fuego frena su avance descontrolado y permite a los vecinos volver a sus casas

El incendio que cruzó de la provincia de Castellón a la de Valencia y llegó a poner en peligro la Sierra Calderona –un parque natural de gran valor en el que sigue activo un fuego que se inició el viernes en paralelo– no tiene llama en la mayor parte de sus 140 kilómetros de perímetros y no ha seguido avanzando en las últimas horas tras quemar 18.990 hectáreas. Es el peor registrado en una década en la Comunidad Valenciana.

Los equipos de extinción terrestres y aéreos han seguido trabajando durante toda la jornada para atajar los rebrotes provocados por los vientos erráticos de 20 kilómetros por hora –menos de lo esperado–, las elevadas temperaturas y la humedad por debajo del 30%. Una situación que también se ha pronosticado para este domingo por la tarde. Algunos de los 1.500 desalojados sí que han podido volver a sus casas. Otros, como los vecinos de Teresa, Sacañet y Canales, han asumido con resignación que el peligro todavía está cerca. De hecho, en el perímetro del primer municipio se sitúa uno de los puntos más calientes del incendio, aunque se espera que puedan regresar a lo largo de este domingo.

Además de levantar el confinamiento perimetral de Alcublas, los residentes en Bejís y Torás han podido volver de forma escalonada a sus viviendas tras cuatro jornadas de incertidumbre, con la visión del impacto que las llamas han dejado a su paso en el paisaje. La mayoría se mostraban tristes e imponentes ante un panorama desolador: sus olivos y almendros son ahora cenizas.

Ha sido el día también del reencuentro con los animales que se habían dejado atrás para huir del fuego y de la preocupación por el futuro de una zona que recibe cada año a muchos excursionistas. «Cambio climático, de acuerdo, pero si los montes hubieran estado limpios, esto hubiera sido muchísimo menos. Pero ahora ni ellos –los políticos– tienen algo ni tenemos nosotros. ¿Quién va a venir ahora a hacer turismo si nos hemos quedado sin nada?», se preguntaba indignada una vecina de Bejís, en declaraciones a Europa Press.

Volver a casa no significa que vuelva la normalidad. Los técnicos han revisado algunos edificios marcados por las llamas, mientras las brigadas limpiaban algunos caminos rurales. Las empresas de servicios, como Iberdrola, han inspeccionado la zona para comprobar que no había ningún tipo de problema de salubridad en el suministro de agua o de electricidad por roturas en los tendidos.

El Ayuntamiento de la localidad castellonense ha recomendado hasta nuevo aviso a los vecinos no beber agua del grifo ni utilizarla para preparar alimentos, por lo que ha repartido agua embotellada. El consistorio reclama que se restablezca lo antes posible el servicio de internet, pues la fibra óptica también se ha visto dañada por el fuego y ha dejado sin cobertura a la zona. La ausencia de conexión tampoco ha hecho posible habilitar el cajero automático. Eso sí, la farmacia ha estado abierta desde el primer momento.