ENTREVISTA
Gonzalo Belenguer: «Innovar es una necesidad y el Redit Summit es la oportunidad para que el ecosistema industrial interactúe»
El director de Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana destaca la participación de empresas que han revolucionado sus sectores en el congreso anual que celebran el 16 de noviembre en Valencia
REDIT Summit '23, nueva cita del ecosistema industrial en torno a la transferencia tecnológica de la Red
VALENCIA
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLa Red de Institutos Tecnológicos de la Comunidad Valenciana (Redit) celebra el 16 de noviembre la tercera edición de Redit Summit, el congreso anual que reunirá en el Oceanogràfic de Valencia con el apoyo del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) a alrededor de ... 400 profesionales para visibilizar el trabajo de sus once centros asociados en colaboración con empresas nacionales e internacionales en materia de innovación.
En el evento estarán representados los sectores de la madera, el metal, el juguete, el plástico, la agroalimentación, el textil, la biomecánica, la salud, el calzado, la cerámica, la energía, la logística, el transporte y el mundo de las TIC.
En esta entrevista con ABC, el director de Redit, Gonzalo Belenguer, repasa los retos de la región en I+D+i (Investigación, Desarrollo e innovación) y señala la importancia de establecer una estrategia estable de inversión pública que le permita escalar posiciones en el mundo.
—Redit Summit vuelve a Valencia tras celebrarse en Madrid en 2022. ¿Esta tercera edición es la de la consolidación?
—Podemos hablar ya de un evento consolidado dentro del ecosistema de innovación. El año pasado estuvimos en la sede de la CEOE, vinieron empresas de toda España y se generó la sensación de que tiene sentido este punto de encuentro anual donde todo el ecosistema de I+D+i del país se concentra en clave muy industrial. Cuando hablamos de innovación hay una tendencia a enfocarlo a la parte de emprendimiento, pero se deja un poco de lado la parte industrial de la gran, mediana y pequeña empresa, que es donde nosotros estamos centrados. Hablamos de organizaciones que adolecen de los recursos necesarios para hacer esa I+D+i necesaria para ser competitivo.
Un centro tecnológico es un agente catalizador entre la compañía y la innovación. Esa función la llevamos a cabo hasta las últimas consecuencias no solo en el desempeño de los centros en su actividad diaria, sino en la propia concepción de eventos como este, donde tenemos claro que el foco está en alumbrar la necesidad de hacer más I+D+i con independencia de que seas una gran multinacional o una pequeña pyme valenciana.
Jugamos en entornos globales cada vez más competitivos donde la apuesta por la I+D+i ya no es algo voluntario. Innovar es una necesidad. Aquellas empresas que, a su nivel, no implementen factores diferenciales de competitividad, como es la innovación, van a tener un futuro complicado. Con el Redit Summit congregamos un entorno de oportunidades con el objetivo de favorecer la interacción entre agentes del ecosistema industrial.
—¿En qué casos prácticos se va a poner el foco esta edición?
—Contamos con la participación de grandes empresas multinacionales que son referentes, como DHL, Amazon Fresh o Iryo, que es precisamente un ejemplo de cómo desde la Comunidad Valenciana se ha revolucionado completamente el transporte ferroviario, como en su día también lo hicieron con el aéreo en Air Nostrum. Alguien podría pensar que esta no es su liga. Para eso hemos habilitado una gran sección, 'Ideas en acción', con once casos de éxito donde van a ser los empresarios que colaboran con los institutos tecnológicos quienes van a exponer las experiencias que les han llevado a mejorar algún aspecto de su organización, sea un proyecto o un modelo productivo. Esos testimonios tienen una fuerza espectacular a la hora de que la audiencia se vea reflejada y los tome como referencia para, en la medida de lo posible, implementarse esta forma de concebir la colaboración empresarial.
Capacidad de atracción
«Sin nuestros centros, los 145 millones de euros de fondos europeos que llegan al I+D de la Comunidad Valenciana irían al País Vasco, Madrid o Helsinki»
—¿Qué retos de futuro tienen las empresas valencianas?
—El reto es la sostenibilidad, es decir, el de la propia viabilidad futura como organización. Ya no hay alternativa, aquellos que no generan elementos diferenciales de competitividad lo van a pasar mal en el futuro. Lo que estamos construyendo desde los centros tecnológicos es un espacio de oportunidades que les facilita la conexión con otros ecosistemas nacionales e internacionales de innovación, con otras empresas que buscan soluciones tecnológicas o colaborar en proyectos de I+D+i. Trabajar con una red como Redit es una puerta de entrada a un mundo de oportunidades a nivel global.
El reto que tenemos por delante es trabajar la colaboración y el conocimiento entre agentes: centros tecnológicos, empresas, universidades, grupos de investigación en el área del emprendimiento y la propia Administración. Cuanto más consolidado e implicado tengamos el ecosistema, seremos mucho más resistentes al cambio y tendremos mejor futuro. Hoy podemos hablar de unas tecnologías y de unos retos, pero no tenemos ni idea de lo que va a pasar más adelante. La única certeza que tenemos es que va a haber cambios tecnológicos.
Creo que se están dando pasos importantes en ese sentido. Las empresas las conforman personas que requieren una calidad de vida y de los puestos de trabajo. Apostar por generar un tejido industrial de base tecnológica o contribuir a él, que es el objetivo que nos marcamos, revierte positivamente en la calidad socioeconómica que tenemos en la Comunidad Valenciana. Por eso es tan importante preservar y potenciar el ecosistema de innovación.
Si hablamos de los centros tecnológicos, hablamos de 2.000 personas que desarrollan cada año 2.600 proyectos. Sin su acción, los 145 millones de euros de fondos europeos que llegan al I+D de la Comunidad Valenciana irían al País Vasco, Madrid o Helsinki. Por tanto, es sumamente importante seguir insistiendo con independencia de la situación económica. La I+D+i es una constante que debe que debe ser protagonista de las políticas industriales. Si cercenamos esa inversión, estamos cercenando el futuro y la competitividad de las empresas, que en definitiva son personas.
—En ese sentido, la inversión pública es clave. ¿Qué le piden al nuevo gobierno autonómico?
—El 33% del presupuesto de los centros tecnológicos procede de la Administración valenciana y hay un 56% que procede directamente del impacto de la actividad económica que desarrolla el centro con el ámbito empresarial. Ese 33% debe ser sostenible, estable e ir creciendo. No queremos grandes dientes de sierra, porque eso es demoledor para el sistema. La mirada a medio-largo plazo es lo que aporta al sistema la tranquilidad necesaria para dimensionarse.
Se han dado pasos importantes en los últimos años. Creo que nos hemos acostumbrado a entendernos, a preguntarnos y a colaborar. En el informe de competitividad regional de la Unión Europea de junio destacamos en innovación por primera vez en la historia de la Comunidad Valenciana por encima de la media española y europea, sobrepasando regiones como País Vasco, Madrid, Cataluña o Navarra que tradicionalmente tenían puestos de liderazgo. Pero queda mucho por hacer si queremos consolidarnos como una referencia en el continente.
—¿Las empresas más pequeñas son ajenas al I+D+i?
—Yo diría que no. Podemos innovar en el modelo de negocio. Conociendo la realidad empresarial de esta comunidad –pymes y micropymes- ponemos a su servicio las alternativas para que sigan teniendo viabilidad a futuro. Suena muy drástico, pero los sectores están evolucionando de manera muy rápida e influenciados por agentes globales que no controlamos. Cuanto más orientados y más alineados estemos hacia esas nuevas formas de concebir la gestión de las empresas estaremos haciendo mucho bien por las propias organizaciones y las personas que las integran.
—¿En qué posición se encuentran las empresas valencianas a la hora de invertir en innovación?
—A nivel estatal, la Comunidad Valenciana es la sexta autonomía en inversiones en I+D+i. La media nacional estaba en un 1,4%, mientras Finlandia que es una de las referencias está en un 2% y ya ha anunciado que para el próximo año va a invertir un 4%. Creo que lo que toca es copiar a los mejores. Estos ecosistemas tienen una característica y es la estabilidad del modelo durante 30, 40 o 50 años, con unas financiaciones que facilitan la colaboración público-privada y la implicación de los diferentes agentes en beneficio de todos. Si además lo acompañas con recursos económicos, pues te hace llegar a cotas como Alemania o Finlandia, que no es que sean mejores, sino que tienen un modelo mucho más estable.
—A punto de cerrar un 2023 sin el lastre del covid y con datos económicos más positivos, ¿esperan un repunte de esas inversiones?
—El covid fue un punto de inflexión en el que, en contraposición a crisis anteriores, se redoblaron los esfuerzos y la apuesta por la I+D+i. Se demostró que con innovación podíamos salir de la crisis y hacer frente a la carencia de suministros o al desarrollo en tiempo récord de nuevas vacunas. Nosotros, en apenas tres meses, logramos desarrollar desde cero un respirador y conseguir la certificación de la Agencia Europea del Medicamento. Se demostró que tenemos capacidades, pero hay que insistir ello. Creo que el 2023 va a ser un buen año. Lo que hay que hacer es mantener esa senda positiva y de crecimiento, y apuntalar la I+D+i como factor diferencial.
Retos de futuro
«Tenemos que atraer centros de decisión que incorporen la I+D+i en el desarrollo de nuevos productos o nuevas líneas de servicios»
—¿Conoce la ciudadanía la función que realizan los centros tecnológicos?
—Es un gran déficit social que tenemos. El año pasado presentamos el segundo informe de percepción social de la innovación y aparecía diferenciado lo que cada uno de los agentes entiende por innovación. Para el ciudadano. Innovación es llevar el último iPhone y eso es un teléfono. Falta interiorizar el concepto. La parte de divulgación de los centros es una de las que más ha crecido en los últimos años para intentar explicar al ciudadano lo esencial y lo estratégico que supone para la Comunidad Valenciana tener la principal red de apoyo a la innovación a la pyme de España. Estamos trabajando en una serie de materiales para ponerlo a disposición de los colegios para que, con un lenguaje muy sencillo, se les empiece a hablar de Inteligencia Artificial, Big Data o biotecnología porque eso ya es presente. No podemos exigir que un universitario sea innovador si empezamos a hablar de ello cuando aterrizan en las empresas.
—¿Qué supone para el ecosistema innovador la llegada de una gigafactoría como la de Volkswagen?
—¿Volkswagen llega por el sol o porque ve realmente un ecosistema real con una potencialidad espectacular? En Madrid o en Barcelona están las startups por una parte y los inversores por otra. Esa amalgama de realidades focalizada sobre los retos es una singularidad de la Comunidad Valenciana y lo están viendo las grandes inversiones. Ahora se abren nuevas oportunidades, pero no quiere decir que previamente no se haya ido ya trabajando en esta línea. Cuantas más empresas y, sobre todo, cuantos más centros de decisión existan aquí, mejor nos irá. Tenemos que tratar de atraer centros de decisión que incorporen la I+D+i en el desarrollo de nuevos productos o nuevas líneas de servicios. Son grandes noticias. En los últimos años ha habido casos espectaculares como el de Power Co y seguro que los va a ver. Apostar por I+D+i es apostar por futuro, por que vengan inversiones, por generar puestos de trabajo de alta cualificación y. en definitiva, por el desarrollo económico de la comunidad.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete