«La Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia no se han preocupado por el Banco de Alimentos en siete años»

No obstante, este problema y este silencio administrativo se prolonga, según Jaime Serra, director del Banco de Alimentos de Valencia, desde hace siete años. «Ni la Generalitat ni el Ayuntamiento se han preocupado por las familias desde 2015», condena el gerente, quien apunta que reciben «cero ayudas, cero patatero».

Pese a la escasez de recursos que ofrecen las instituciones, el centro de almacenamiento y distribución de este banco de alimentos ha iniciado la entrega de más de 700 toneladas de productos de primera necesidad, que llegarán a la mesa de 5.438 familias, gracias a las ayudas que sí aporta el Fondo Europeo de Ayuda al Desfavorecido (FEAD).

Mientras tanto, el Gobierno autonómico presidido por Ximo Puig y el Consistorio municipal liderado por Joan Ribó desoyen las continuas súplicas del Banco de Alimentos, sustentado principalmente por la colaboración de empresas privadas y de las familias valencianas. «Ni tan siquiera se han preocupado de mandar a trabajadores sociales para verificar el estado en el que están las personas que vienen a por comida», condena Serra.

Según los datos que maneja el Banco de Alimentos de Valencia, la demanda actual es «masiva». De hecho, señalan que la gran mayoría de solicitantes no superan los 42 años y que cerca del 40% son ciudadanos nacidos en la Comunidad Valenciana. Al respecto, Serra relata que el pasado jueves acudieron en una sola mañana un total de 107 familias a su sede ubicada junto al Estadio de Mestalla.

Mientras Generalitat y Ayuntamiento no acuden al rescate y sustento de la organización que forma parte de la Federación de Bancos de Alimentos de España desde 1995, las donaciones de las familias aumentan hasta llegar al punto de que en estos momentos contabilizan un 20% de víveres para los demandantes.

No obstante, Jaime Serra vaticina «un otoño muy duro» y «una de las navidades más complicadas de los últimos años», puesto que en otros puntos de España sí se han visto reducidas las donaciones de las familias y empresas, en un momento donde el número de personas que precisan ayuda no para de crecer. «Estamos en un tiempo complicado, es lamentable que los políticos no se hagan eco y responsables de la pobreza que vemos cada día», subraya.

Por otra parte, el Banco de Alimentos de Valencia se muestra contrario a la propuesta del Gobierno de España, apoyada por la Generalitat, de entregar en vez de los productos una tarjeta con la que las familias puedan comprar directamente en los supermercados. Para Serra sería un «gran error», ya que supondría un «mayor descontrol» y podrían acabar en manos equivocadas. «Estoy convencido que no se hará un uso debido. Sabemos de dónde vienen y dónde irán», añade.

El Banco de Alimentos de Valencia distribuirá un total de 714 toneladas entre las organizaciones asociadas, que llegarán a la mesa de 5.438 familias. En total, 17.527 beneficiarios, de entre los que se encuentran 832 bebés de hasta dos años de edad, que verán aliviada su situación de precariedad alimentaria.

Los lotes de alimentos que se les entregaran constan de doce artículos diferentes, siendo dos de ellos destinados a los más pequeños, entre ellos encontramos: aceite, alubias, arroz, cacao soluble, atún, fruta en conserva, galletas, leche, macedonia de verduras, macarrones, tomate y potitos infantiles de fruta y de pollo.

El banco de alimentos de la capital del Turia se diferencia del resto de organizaciones nacionales de dicha índole al repartir a diario a las familias a través de centros intermediarios como parroquias, ONG o Cáritas. No obstante, el Ayuntamiento no les cede ninguna sede para acometer esta labor y les retiraron las ayudas públicas en 2015. Ante esta situación, el Valencia Club de Fútbol les habilitó las inmediaciones del Estadio de Mestalla para atender a los más necesitados los martes y los jueves.