Ferraz no logra unidad para que Morant lidere el PSOE valenciano y se aboca a la guerra interna

Los militantes votarán en primarias el 25 de febrero, el domingo posterior a las elecciones gallegas. La segunda vuelta, en caso de que ningún candidato alcance el 50% de los votos, será el 3 de marzo. El congreso extraordinario que ratificará el relevo en la dirección del PSPV se celebrará en Benicàssim del 22 al 24 de marzo, un mes después de lo previsto inicialmente, si el Comité Nacional –máximo órgano entre congresos– del sábado confirma estas fechas, que esquivan las Fallas o la Magdalena.

Ferraz ha querido armar una lista unitaria alrededor de la ministra de Ciencia e Innovación, la valenciana Diana Morant. Pero los líderes provinciales socialistas en Valencia y Alicante, Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler, con músculo orgánico en sus respectivos feudos, están dispuestos a dar la batalla para ser secretario general –y muy probablemente, candidato a las autonómicas de 2027– de un partido que mira de reojo a los fantasmas del pasado.

El aterrizaje de Morant no será el paseo que el núcleo duro de Pedro Sánchez quería y las bases tendrán la última palabra. La dirección nacional del partido ayudará a que ese proceso sea «abierto» para que «la militancia hable en libertad», ha defendido la portavoz del PSOE, Esther Peña. A pesar de que, a priori, la ministra no tiene el peso orgánico de sus contrincantes, también cuenta con el respaldo de los afines a Puig, figura respetada al conseguir gobernar la Generalitat tras veinte años de hegemonía popular. Sería la primera mujer al frente de la federación.

En la convención de los socialistas el fin de semana en La Coruña no hubo ni atisbo de entendimiento entre los tres candidatos oficiosos, que no oficiales. Aunque han movido ficha y se han posicionado en la casilla de salida, ninguno de ellos ha anunciado formalmente su candidatura. Deben hacerlo oficialmente el 29 y 30 de enero, aunque se esperan movimientos antes.

Algunas fuentes apuntan a que Soler –diputado en el Congreso– no lo habría hecho ya por petición de Ferraz, para evitar dar una imagen de confrontación. Bielsa hizo caso omiso y anunció el viernes la configuración de un equipo de trabajo para elaborar un programa de «renovación». Horas más tarde, dos de sus ocho integrantes se desentendían de la iniciativa. Un acuerdo entre ambos está descartado. No ocurre lo mismo con una posible alianza entre Morant y Soler, que este lunes ha precisado que esta semana va a realizar «un esfuerzo más de diálogo» con los socialistas de las tres provincias, al tiempo que «evalúa» si da el paso adelante.

El líder en Valencia –donde más votos están en juego– fue el único dirigente socialista con opciones de poder controlar una de las grandes instituciones –la Diputación– tras el vuelco a la derecha del 28 de mayo, lo que le hubiera allanado el camino. Pero el pacto del PP con un partido independiente frustró sus intenciones. Mientras, Morant aprovechó el encuentro en Galicia para mostrarse próxima al Secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y para lanzar mensajes contra el Gobierno autonómico que lidera Carlos Mazón.

Los aspirantes tendrán hasta el 7 de febrero para recoger entre el 6% y el 10% de avales de un censo de alrededor de 18.000 personas. En rueda de prensa tras la reunión de la Ejecutiva, Ximo Puig ha sostenido que el partido «tiene que salir profundamente unido y preservando la diversidad» de este proceso para «llegar a 2027 siendo la alternativa fuerte».