La concordia o extraterrestres construyendo casas

Dada la sensación de fracaso ante tal hecho, y sospechando que los extraterrestres no tienen demasiado interés en regresar a España a solucionar uno de los problemas de la ciudadanía, el gobierno de progreso ha apostado claramente por fomentar el alquiler en lugar de la adquisición de viviendas. Dado que la mayoría de los técnicos competentes del gobierno han sido sustituidos progresivamente por fieles adoradores del presidente, ninguno fue capaz de articular un modelo que pudiese facilitar el alquiler de viviendas. Afortunadamente, uno de ellos encontró en uno de los cajones del ministerio una ley con el título de «ley de arrendamientos urbanos». Esta ley propugnaba un modelo para garantizar que el precio del alquiler no se pudiese actualizar y según los datos desclasificados tras la aplicación de la ley de memoria histórica, se puso en funcionamiento en 1964 y fue derogada por los mismos socialistas en 1985. Así que, según todos los indicios, han actualizado las fechas del documento, han suprimido las referencias al antiguo régimen y la ministra socialista de vivienda utiliza dicha ley para amenazar a las comunidades insumisas que no apliquen el modelo progresista para la gestión del alquiler.

Mientras tanto en nuestra Comunidad otro misterio ha sido resuelto. Un equipo de historiadores contratados al albur de la ley de memoria histórica ha desvelado el enigma de los cadáveres de católicos y políticos de derechas cuyos cuerpos llenos de balas fueron encontrados en el picadero de Paterna tras la guerra civil. Según los expertos, estos realmente se suicidaron al enterarse de la inminente llegada de los extraterrestres a nuestro mundo. No ha sido necesario el uso de la Inteligencia artificial, ya que han conseguido que uno de los discípulos que firmó el informe de la bala mágica que mató al presidente Kennedy, justificase como consiguieron ametrallarse a ellos mismos. Por fin, la verdad se abre paso y exculpa de toda responsabilidad a los socialistas y comunistas que habían sido acusados injustamente de realizar dichos fusilamientos durante la República y la guerra civil.

Como el lector habrá imaginado, hay mucho de ironía en los párrafos anteriores sobre la interpretación del pasado, ya que había ciertas dudas sobre si en la Comunidad Valenciana se iba a «recular» con respecto a la recientemente aprobada «Ley de Concordia», de la misma forma que había hecho el presidente de Castilla y León. Afortunadamente, el presidente Mazón parece que se va a mantener firme en su propuesta de mantener la ley a pesar de las presiones del gobierno socialista de Pedro Sánchez. Ignoro cuál fue la situación que se vivió en Castilla y León en la época de la República y la guerra civil, pero en la Comunidad Valenciana las quemas de iglesias, las checas y los paseos sin retorno al amanecer fueron algo desgraciadamente habitual. Esto es algo que, por supuesto, no elimina de la historia la brutal represión que las tropas franquistas cometieron al ganar la guerra. Tampoco hay que pensar que si hubiesen ganado los comunistas el resultado cuantitativo hubiese sido muy diferente. Solo hay que leer lo que hicieron con los oficiales y élites culturales polacas en Katyn un año después de que finalizase la guerra española.

La historia es la que es, no hay concordia, ni venganza, hay que mirarla desde la perspectiva de su tiempo, y si no que le recuerden al ex presidente de México lo que encontró Hernán Cortés cuando llegó, lo que dejó el imperio español en su país, y lo que han perdido desde que los españoles nos fuimos.

La interpretación de las guerras del pasado hay que dejarlas en mano de los historiadores, y arrebatar su interpretación a políticos sin escrúpulos que solo quieren observarla bajo el prisma que les interesa. Posiblemente esta ley de concordia no sería necesaria sin la existencia de la ley de memoria histórica que aprobó Zapatero y no derogó Rajoy. Pero el presidente Mazón no es tonto y sabe que ya está bien de soportar una historia de buenos y malos. Una historia donde él y los de su partido hacen el papel de malos, mientras los socialistas y los de Compromís van dando lecciones de superioridad moral al mismo tiempo que pactan con los que siguen considerando héroes a criminales que asesinaban a inocentes desarmados, dedican calles a sanguinarios homófobos como el Che Guevara o siguen considerando al incompetente Largo Caballero como el Adenauer español.

Más allá de estas leyes históricas, no estaría mal que, ya que han copiado la ley de alquiler de los gobiernos franquistas, estudiasen su modelo de construcción de viviendas sociales. Igual aprendían algo útil para la ciudadanía.