El fenómeno excepcional del sol atrapado en la cumbre del Puig Campana en Benidorm por el solsticio de verano

En esta ocasión, no hubo suerte para los dos centenares de personas que quisieron disfrutar de este espectáculo de la Naturaleza, porque las nubes impidieron tener una buena visibilidad, aunque sí propiciaron algunos claros luminosos de gran vistosidad sobre el mar, tal como han informado fuentes municipales.

La posición idónea para intentarlo se localiza junto a las puertas del cementerio de Sant Jaume y alrededores, en la Partida dels Marxassos.

Solamente ese día, el 21 de junio, desde esta partida de la Huerta de Benidorm, se puede ver esta estampa única que cada año se conoce más. «Una iniciativa que descubrió y promocionó durante los últimos años Jaume Climent«, han resaltado desde el Ayuntamiento. En esta ocasión, han estado presentes los concejales de Patrimonio Histórico y Cultural y Cultura, Ana Pellicer y Jaime Jesús Pérez, entre otros miembros de la corporación.

Con la promoción del evento por la Taula del Bon Profit, la Asociación Cultural Recreativa 'La Barqueta' y el Ayuntamiento de Benidorm, «se consolida un encuentro anual que congrega cada año a más vecinos y curiosos, convertido en un evento más del calendario cultural en Benidorm», subrayan.

Invitado por los organizadores, el catedrático e historiador Francisco Amillo se ha dirigido a los asistentes para reivindicar esta «nueva tradición de Benidorm», la contemplación del paso solar a través de la hendidura del Puig Campana. Un homenaje al sol que «durante siglos» sustentó los trabajos del campo y, con la llegada del turismo, convertido «en el principal activo de Benidorm», promocionó Pedro Zaragoza con el lema «El sol pasa el invierno en Benidorm».

Por último, Ana Pellicer se dirigió a las personas concentradas para reivindicar la figura de Jaume Climent. «El año que viene volveremos», ha animado la concejal a acudir el próximo 21 de junio de 2024.

El solsticio de verano, en el hemisferio norte llamado boreal, se produce cuando, ante el polo geográfico, el sol alcanza su mayor altitud y el día tiene el mayor periodo de luz. A partir de ahí, las noches empiezan a alargarse, tal como han recordado las mismas fuentes.