Okupa una casa en Altea un exconvicto ruso buscado por la Interpol y atemoriza al vecindario: «Ha estado en varias cárceles»

La ubicación es Altea Hills, una de las urbanicaciones más exclusivas de Alicante y favorita de millonarios rusos. Entre otros datos, el programa apunta que el hombre, estafador, lleva 10 años sin pagar, debe a la comunidad más de 17.000 euros y no se quiere ir de la vivienda.

Fue propietario de la misma hace años pero dejó de pagar. Tras el embargo, el banco consiguió vender la propiedad con el okupa dentro a un hombre que le ofreció el pago de 75.000 euros para que abandonase la vivienda, pero esta oferta no prosperó y el estafador siguió dentro de la mansión sin pagar nada.

Esta termina siendo vendida a un segundo comprador y, esta vez, el okupa pidió 50.000 euros de adelanto para abandonar la vivienda y, tras su salida, pedía 20.000 más al último propietario, que está asustado por el perfil delictivo del okupa. En las declaraciones de Mario, un representante del actual dueño de la casa, indica al programa que no dieron el dinero por miedo a que el okupa y no abandonase la casa y, queriendo recuperar la vivienda, reciben amenazas de muerte.

«Amenazó a la familia, sabe donde vive el propietario... Al final él está un poco asustado y yo también», indica, sumándose este temor al que se respira en las calles de la urbanización de Altea, al saber que conviven con una persona exconvicta y buscada por la Interpol.

Esto se prueba según las indicaciones que dan desde 'En boca de todos', ya el programa ha podido acceder a un supuesto audio del hijo del okupa en el que se puede escuchar lo siguiente: «A mi padre ha venido un grupo de Madrid de la Interpol. Han estado un mes aquí vigilando, es decir... Para detenerlo. Mi padre ha estado en diez cárceles de Europa, es decir, no es una persona cualquiera, ¿vale? No es un tío que... Mi padre es muy cabezón».

Mario también cuenta a 'En boca de todos' que, además del exconvicto, en la casa también viven su mujer y sus dos hijos, sin ser propietarios ninguno de ellos:

«Es una familia que al principio vino bien pero luego nos hemos ido enterando de más cosas y se ve que ha estado en varias cárceles europeas», explica al programa, aunque admite que desconoce los delitos por los que el okupa ruso habría estado en prisión en varias ocasiones y centros penitenciarios.