La exconsejera imputada por la dana admitió que no tenía asesores de Emergencias en su equipo
Salomé Pradas aportó durante su declaración ante la juez una imagen del 29 de octubre para demostrar que no había pantallas con datos en la sala del Cecopi
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La exconsellera de Justicia e Interior Salomé Pradas reconoció que no tenía asesores en materia de Emergencias durante su declaración del pasado viernes ante la juez de Catarroja, que investiga la causa penal de la dana, la cual ya ha sido transcrita y ... compartida con las partes personadas. Además, aportó una imagen de la sala del Cecopi para demostrar que no había pantallas de televisión ni informativas con datos simultáneos.
Conforme informó ABC el pasado viernes 11 de abril, Pradas descargó toda responsabilidad hacia los técnicos tras asegurar que no tenía experiencia alguna en Emergencias. Del mismo modo, puso el foco en la falta de información en la que, de acuerdo a su valoración, incurrió la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y negó que se estuviera esperando al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, para enviar el mensaje Es-Alert a la población.
Durante su declaración, en la que únicamente contestó a su abogado, afirmó que los planes de emergencias, según le explicaron los expertos, estaban diseñados a través de una aplicación con automatismo para no tener que pensar ni tomar decisiones y que ella no poseía ningún tipo de formación sobre la materia -es licenciada en derecho y ha ejercido la abogacía-.
Asimismo, concretó que no disponía tampoco de asesores en Emergencias, ya que el equipo de la Conselleria de Justicia e Interior comprendía una jefa de gabinete, un jefe de prensa, un asesor de asuntos parlamentarios y un asesor de asuntos generales. «Los que sí eran expertos el día de la dana, puntualizó, era el comité asesor del Cecopi». Allí, según apostilló, la delegada del Gobierno (Pilar Bernabé) y ella eran «las no expertas en la materia, sino representantes institucionales», y los técnicos «eran los que tenían que coordinar».
Sobre ello, especificó que el plan de inundaciones establece que cuando se decreta el nivel 2 se constituye un comité de dirección que ejerce una dirección «única, coordinada y colegiada en la que la presencia de los representantes garantiza una mayor eficacia en la respuesta del conjunto de administraciones que intervienen en la emergencia». «Más que un mando único hay una dirección única», resumió.
Pradas no dejó de defender durante toda la declaración que estuvo «al pie del cañón desde el primer minuto, con su equipo de emergencias, ocupada y preocupada». Al respecto, aseveró que para hacer frente a una emergencia de ese calibre no dependía de la simple decisión de una persona, porque no es lo que establece el plan, sino que hay que escuchar a los miembros del Cecopi y coordinarse, atender a las recomendaciones del comité asesor y jefe operativo de la emergencia. Para la investigada, la catástrofe tuvo «muchas circunstancias concurrentes, faltaba información y se iba actuando conforme se tenia la información y se proponía en base a ello». Los técnicos «valoraban y proponían».
Sin pantallas en el Cecopi
En paralelo, Pradas aportó una fotografía sobre el lugar físico donde se encontraba mediante la que describió que en la sala del Cecopi había un monitor donde estaban conectados por Webex pero no había pantallas de televisión ni pantallas informativas. Eran «tres paredes, una puerta y un panel con una puerta; y había un pasillo tras una pared que era donde tenían una neverita y una cafetera». En una sala del CCE -no del 112- había funcionarios con sus pantallas, con una pantalla con la hora puesta y se pasaban los avisos, aunque no específicos ni con detalles. Una estancia que «solo tiene paredes y dos puertas», en concreto, una pared panelada con una puerta «más rudimentaria» que es la que ella utilizaba para salir a hacer y atender llamadas.
Por lo que respecta al 'minuto a minuto' del 29-O, apuntó que a las ocho le encargó a su jefa de gabinete el seguimiento de la emergencia para estar informada y pidió al secretario autonómico y al director general de emergencias que hicieran seguimiento. Habló también con la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, para preguntarle sobre la evolución de la dana en la capital del Turia y apuntó que la delegada de Gobierno no la convocó a una reunión de las 9.30h con otras administraciones y fuerzas de seguridad, de lo que opina que hubiera sido «conveniente para una mejor coordinación».
Sobre el Río Magro, el CCE lanzó una alerta hidrológica a las 12.20h, de acuerdo con la información trasladada «10 minutos antes» por la CHJ. La administración autonómica no retiró la alerta pese a que el organismo estatal informó por tres veces que el caudal descendía, y luego no aviso de que volvía a ascender, según Pradas.
Después, habló de dos llamadas con Bernabé a 12.23 y a las 12.48 horas y, en ese momento no planteó activar la UME «ni la delegada tampoco» porque ya estaban desplegados los bomberos del consorcio provincial y forestales en el territorio y no había aún una emergencia de nivel 2 declarada. La exconsellera añadió que a las dos de la tarde habló otra vez con Bernabé porque se tenía noticia del desbordamiento del Magro a su paso de Utiel y ahí «inmediatamente» le pidió la UME, aunque «tardó 3 horas en activarse».
Se refirió a los avisos de la CHJ de las «13.40 a las 15 y algo y a las 16.13 horas, a la Generalitat por email» y a la utilidad del SAIH y agregó que «por tres veces bajan el caudal y la alarma, y hasta las 18:43h no hay ninguna información sobre caudal por parte de la CHJ» ni se verbaliza en el Cecopi. A las 18:43, en el aviso del CHJ, indicaba 1º, 2º y 3º aviso de caudal, pero, según sus palabras, «nunca les llegó, lo cual denota que hubo avisos que nunca les llegaron». A las 17.00 horas empezó el Cecopi, donde ella estuvo presencialmente «desde que se convoca hasta el día que fue cesada».
Fueron conscientes de todo a las 21 horas
En determinados momentos de la declaración, Pradas insistió en que «nadie» le habló de la peligrosidad del Barranco del Poyo y que ella iba haciendo «lo que los técnicos proponían». Fue «muy tarde», consideró, cuando avisaron por la CHJ, por email, a la Generalitat Valenciana y no al Cecopi, e que la barrancada ya se había producido y que ellos fueron conscientes de lo ocurrido sobre las 21:00 horas.
Sobre el ES-Alert también defendió que estaba en «fase de pruebas experimental» y que se tardó en enviar el mensaje porque era un sistema provisional y allí había «muchas circunstancias concurrentes que había que valorar y no tenían toda la información». Respecto a las llamadas al 112 dijo que le constaba que llegó a «colapsar» y que no se pudo atender algunas llamadas aunque el servicio estaba reforzado, no sabe si por problemas técnicos o alguna otra causa porque ella no tenia el conocimiento directo.
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