De acuerdo con el escrito de calificación provisional de la acusación pública, los progenitores de la joven no veían con buenos ojos que su hija hubiera iniciado una relación sentimental con una mujer, al considerar que debía relacionarse con hombres.
En este contexto, el Ministerio Público mantiene que, mientras duró el noviazgo y movidos por la animadversión hacia su orientación sexual, dirigieron expresiones ofensivas contra la víctima como «guarra», «zorra», «lesbiana de mierda», «no te acerques a mi hija» o «lo tuyo es una enfermedad y se la estás pegando a mi hija».
Estos incidentes, que se fueron repitiendo durante el verano de 2021, ocurrían cuando los acusados se encontraban con la menor por la calle o a la salida del instituto, en el municipio de la comarca de La Safor en el que todos residían.
Pocos meses después, en octubre, el matrimonio acudió a un recinto ferial donde se encontraban su hija, la novia de ésta y otras amigas. Según el relato de la Fiscalía, se dirigieron a la víctima «de forma muy alterada y agresiva, con insultos y un lenguaje no verbal muy violento». La escena, que asustó a las menores, obligó a intervenir a los guardias de seguridad del recinto.
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