Diques en el Tajo para que no inunde un hospital mientras Page maniobra para no trasvasar al Segura lo que marca la ley

Las últimas lluvias han disparado las alarmas y las aguas han desbordado ya el cauce en otras zonas, pero para Page hay otra alarma que se ha disparado: si los dos embalses que suministran al acueducto hacia el sureste peninsular -Entrepeñas y Buendía- superan por primera vez los 1.300 hectómetros cúbicos de reserva, algo que nadie recuerda que haya ocurrido, las transferencias hídricas mensuales a Alicante, Murcia y Almería tendrían que elevarse de 27 a 60 hm3.

Intolerable, parece pensar el presidente castellanomanchego, porque su esperado cambio de las reglas de explotación (su Gobierno autonómico las considera «caducadas») cambiará precisamente eso; el volumen previsto para ese Nivel 1.

Según los últimos datos actualizados del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, ambos pantanos suman 1.285 hm3, pero hay que descontar 80 de desembalses pendientes para el trasvase. Aun así, los pronósticos meteorológicos de más precipitaciones y el deshielo de la nieve ya hacen previsible que se supere ese umbral.

Mientras tanto, con motivo del Día Mundial del Agua, Page ha vuelto a incidir en las «cinco sentencias» para que los ríos tengan caudales mínimos, algo que nadie niega y que, de hecho, se venía aplicando con el criterio de los técnicos. La oposición de los regantes levantinos radica en la cantidad de los mismos, en lo que no entran los tribunales. A partir de 2027, se elevarán a 8,6 metros cúbicos por segundo en Aranjuez.

Preguntado el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS), Lucas Jiménez, acerca de este afán de Page por blindar por ley que no se envíe el volumen del agua estipulado hasta ahora, ha opinado que «regionaliza un bien del Estado: cree que por pasar el río por su comunidad, las aguas del Tajo son suyas».

Además, puntualiza que esos recursos hídricos «son prioritariamente para los usos de la cuenca, no de la región, no hay que confundir cuencas con regiones». Para comparar y dar una idea de esa aberración, el portavoz agrario señala: «El día que eso ocurra, podremos entender que el Estado no existe y que la playa de La Manga del Mar menor será sólo para los murcianos».

Cuando recientemente el presidente castellanomanchego afirmó, tajante, que «agua no sobra» para riego y ahora los embalses de la cuenca del Tajo desaguan porque están a rebosar en muchos casos y los dos del trasvase registran niveles no conocidos desde 2011, se desmonta esa alerta injustificada por escasez de recursos hídricos.

«Es maldad manifiesta, es odio enfermizo, ese hombre al que se le llena la boca con españolidad es un mero actor, un mercachifle político», opina Jiménez. A su juicio, Page «no cree en España, porque si creyera en España y no sólo en su sillón, pelearía con el Gobierno para que no se enviase tanta agua a Portugal y viniese a una parte de la España con la que se llena la boca», por lo que considera que «es un comediante político más, con el debido respeto para el noble arte de ser comediante».