Según ha adelantado el periódico Levante, la adolescente había quedado con el trabajador tras intercambiar teléfonos cuando él le compró tabaco, unos días atrás, y tras encontrarse de nuevo la obligó a subir a una furgoneta en la que se encontraba su compañero del tajo, quien les llevó a otro pueblo cercano y les dejó solos en una zona junto al cementerio.
Ocurrió el pasado 4 de agosto y durante el trayecto, la chica sufrió tocamientos y recibió la llamada de una amiga, pero por miedo no se atrevió a pedirle auxilio y se limitó a comentarle que no podría ir a la cita prevista con ella.
Una vez que se apearon del vehículo, el agresor la violó aunque ella trató de zafarse a patadas y oponiendo resistencia. A continuación, regresaron en la furgoneta al lugar donde habían dejado al cómplice y todavía bromearon con que no la iban a dejar marcharse, cuando ella se lo rogaba en el camino de vuelta.
Transcurrió una semana hasta que la víctima se atrevió a relatar lo sucedido a una amiga y posteriormente a su madre, quien presentó la denuncia.
Ambos arrestados, de 26 y 27 años de edad y nacionalidad colombiana, están acusados uno como autor material de la violación y otro como cooperador necesario, y se encuentran en libertad con cargos mientras el caso pasará de un juzgado de Molina de Segura (Murcia), en la demarcación donde se les detuvo, a otro de Picassent (Valencia), en la que cometieron sus delitos.
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