Durante estos diálogos, el adolescente le solicitó vídeos íntimos, a lo que ella accedió, aunque todas las conversaciones e imágenes enviadas a través de la aplicación tenían restricciones, con la opción en la que solo se pudiese visualizar una vez y por un tiempo limitado.
No obstante, días después, la menor se enteró de que los vídeos habían sido reenviados a un grupo de mensajería instantánea compuesto por unas cien personas, y averiguó que habían sido grabados directamente desde el móvil del menor al que se los había enviado ella, por lo que no quedó reflejado en la red social.
Sus compañeros se enteraron
A principios de este mes, la menor tuvo constancia de que parte de su centro de estudios había visto o escuchado hablar de dichos vídeos, y puso el asunto en conocimiento de su tutora y esta, a su vez, de la Policía Nacional.
Finalmente, después de la detención y tras ser informada Fiscalía de Menores, el responsable ha sido entregado a su tutor legal no sin antes ser advertido de la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando para sea requerido.
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