El fugitivo viajaba en un vuelo procedente de Manchester (Reino Unido) y, tras aterrizar en territorio nacional, fue arrestado por agentes destinados en el puesto fronterizo del aeropuerto alicantino mientras realizaban un control de llegadas de pasajeros.
Así, cuando los agentes realizaron las comprobaciones en las bases de datos policiales, observaron que a esta persona le constaba una Orden Internacional de Detención para Extradición emitida por Nigeria, con fecha en vigor desde el 28 de noviembre, por un delito de estafa.
Los hechos por los que era buscado internacionalmente fueron cometidos entre el año 2021 y 2022 en su país. Según fuentes policiales, el fugitivo engañó a una conocida suya tras convencerla para comenzar un proyecto económico que les beneficiaría a ambos. La víctima accedió y realizó transferencias a una cuenta bancaria del detenido por valor de 67.000 dólares.
Tras una investigación, las autoridades nigerianas descubrieron que no había ningún proyecto económico, sino que el detenido había utilizado ese dinero para su uso personal, por lo que le fue imputado un delito de estafa que le puede acarrear una pena máxima de ocho años de prisión.
El detenido, de 33 años de edad y nacionalidad nigeriana, fue puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional, órgano encargado de realizar los trámites para su posterior extradición.
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