Desarticulan una red de explotación sexual que engañaba a mujeres sudamericanas para traerlas a España y luego exigirles 5.000 euros

Según ha informado Jefatura en un comunicado, la investigación dio inicio tras detectar la existencia de una red que captaba a mujeres en Sudamérica con la promesa de mejores condiciones laborales en España. En ese sentido, se descubrió que al menos una mujer estaba siendo obligada a ejercer la prostitución de manera abusiva en un piso de Alicante para saldar una deuda impuesta de 5.000 euros por los gastos de gestión y viaje.

La organización proporcionó a la víctima los billetes de avión desde su país de origen y la instruyó sobre cómo burlar los controles fronterizos en España como turista, incluso con documentación falsa como certificados de seguro de viaje y reservas de hotel que posteriormente cancelaban. Una vez en España, la mujer era instalada en un piso-prostíbulo donde era fotografiada para publicitar sus servicios sexuales.

La red contaba con una estructura jerarquizada con roles definidos para cada integrante. La principal responsable y líder era una mujer que, aprovechando la situación de las víctimas, las engañaba para venir a España, proporcionándoles la documentación falsa y el costo de los viajes. Además, controlaba a las víctimas, les imponía la deuda de 5.000 euros, supervisaba los anuncios de servicios sexuales y recibía los pagos de los clientes.

Otra mujer, encargada del piso-prostíbulo, colaboraba con la líder gestionando el alquiler de habitaciones. Por su parte, un varón era el responsable de los traslados, recogía a las víctimas en la estación de tren y las llevaba donde serían explotadas. Además, otra mujer gestionaba la «reserva» de los servicios sexuales, utilizando su teléfono para publicitar a las víctimas en internet y coordinar los contactos con los clientes. Finalmente, otro varón, pareja de la líder, amenazaba a víctimas y familiares para que pagaran la supuesta deuda, así como se sospecha que también ejercía labores de seguridad, según han informado los agentes.

La Policía Nacional pudo conocer que la víctima en cuestión viajó a principios de abril desde Sudamérica a Madrid en avión y, al día siguiente, en tren hasta Alicante. Allí fue recogida por la líder y su pareja, quienes la llevaron a un piso donde le realizaron fotos y luego la llevaron a otro, con cámaras de vigilancia, a ejercer la prostitución. Durante esta etapa fue amenazada con retirarle el pasaporte si «no se portaba bien».

La víctima iba a destinar la mitad de lo que ganara para saldar la supuesta deuda, dándole la otra mitad a la líder de la red, por lo que no iba a recibir nada. Tenía solo un día libre a la semana y existía un régimen de multas de 300 euros en el caso de generar «algún problema». También era obligada a borrar todas las conversaciones mantenidas con el móvil con la líder.

El total de gasto para traer a la víctima ascendía aproximadamente a 1.000 euros, si bien, le dijeron que había contraído una deuda de 5.000 euros que sólo podía pagar ejerciendo la prostitución.

Finalmente, la actuación coordinada entre la UCRIF de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Alicante y de Madrid dio como resultado la detección de la organización y la liberación de la víctima. La red estaba compuesta por un total de cinco personas, tres mujeres y dos hombres de entre 23 y 56 años, y todos fueron detenidos en Alicante. Además, dos de ellos pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de la ciudad.