En concreto, los últimos datos del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico difundidos en la web embalses.net indican que a fecha del pasado lunes, 4 de marzo, los pantanos de la cuenca del Ebro han aumentado sus reservas en 167 hectómetros cúbicos. En comparación, cuando en 2027 se apliquen los caudales ecológicos impuestos por el Gobierno (con 8,6 metros cúbicos por segundo en el Tajo), el 'tijeretazo' a las transferencias al Segura harán que pasen a disponer de dos centenares de hectómetros a uno solo.
En definitiva, han ido a par al mar o han anegado campos y zonas urbanas caudales de sobra, en unos pocos días, como para resolver las demandas de los agricultores de tres provincias y otras tantas Comunidades Autónomas, si no se hubiera derogado el proyectado trasvase y el Plan Hidrológico Nacional (PHN) en 2004. En global, la cuenca hidrográfica del Ebro acumula en estos momentos 5.348 hectómetros, un 68,55% de su capacidad, frente a los 215 en la del Segura (18,8%).
«Es de locos»
«Y para postre, esta semana hay una gran nevada en el Pirineo, para la próxima habrá más nieve: en 15 o 20 días, cuando llegue el deshielo, se espera una crecida del Ebro mucho mayor que la de la semana pasada», pronostica el presidente de Asaja-Alicante, José Vicente Andreu.
A pesar de esta dualidad entre una zona española en la que rebosa el agua y la otra, declarada en situación de «sequía extraordinaria» desde el 1 de marzo, no se ven ningunos visos de cambios en la política hídrica. «Pero al Miteco todo esto no le preocupa, para ellos es parte del ciclo hídrico natural, lo que les preocupa es seguir desalando agua en Sagunto, cargarla después en barco y llevarla a Barcelona: es de locos», critica Andreu.
Mientras tanto, agricultores como los de la Comunidad Riegos de Levante (margen izquierda) en Elche aceptan ese otro tipo de suministro de plantas desalinizadoras, aunque más caro, a falta del trasvases. «Hemos firmado con Acuamed lo que haga falta, con precio subvencionado, no es lo que harías si no tuviera tus plantaciones en peligro», señala su presidente, Roque Bru.
«No salimos a la calle con tractores porque sí, muy cansados estamos para hacerlo, es triste», añade el representante de esta organización agraria ilicitana, en referencia a las protestas de las últimas semanas, también motivadas por esta escasez de agua para riego, con restricciones ya desde hace meses en el caso de los usuarios del trasvase Tajo-Segura.
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