El CSIC, sobre la camarera desaparecida: «No existen palabras para describir el dolor que sentimos»

En una nota interna, a la que ha tenido acceso ABC, rememora la tristeza y el desconsuelo vivido después de que el 10 de septiembre de 2023 Carmen desapareciera mientras trabajaba como camarera en uno de sus barcos académicos. «Sigue desaparecida y no existen palabras suficientes para describir el desconsuelo y dolor que sentimos», expresa CSIC.

Al respecto de su actuación ante un extraña desaparición vinculada a una denuncia archivada por acoso sexual por parte de otro tripulante, la institución narra la hoja de ruta que siguió desde que conoció aquella trágica noticia, tiempo en el que ha preferido no realizar ningún tipo de declaración pública y optó por mantener la prudencia a la espera de las conclusiones de la investigación llevaba a cabo por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y las resoluciones judiciales sobre «un caso especialmente complejo».

«Siempre hemos creído que debemos preservar la intimidad de nuestra compañera y de su familia y garantizar el cumplimiento del deber legal de confidencialidad», recalca en la misiva interna, en la que reconoce haber colaborado con las autoridades y respondido a las preguntas parlamentarias que ha recibido explicando los pormenores del caso.

En noviembre de 2019, tras la denuncia presentada por la desaparecida al CSIC, su Comisión Frente al Acoso Sexual decidió investigar el caso. Fruto de estas pesquisas, solicitó el traslado del mismo a la Fiscalía y el inicio de un expediente disciplinario contra otro miembro de la tripulación del García del Cid.

En junio de 2020, la jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Marín dictó un auto de sobreseimiento, cuyo contenido implicaba que el CSIC tuviera que desistir del caso de acoso. Así, cuenta la institución que tras la desaparición de Carmen en septiembre de 2023, la Guardia Civil pasaba a encargarse de investigar todo el caso. Meses después, el Juzgado nº 3 de Gandía archivó el caso penalmente y la decisión fue ratificada posteriormente por la Audiencia Provincial de Valencia.

A colación del caso, el CSIC aprovecha su comunicación interna para poner en valor los protocolos de prevención e intervención frente al acoso sexual, actualizados este mismo año, entre las que se encuentran modificaciones como la obligación de comunicar las posibles situaciones de acoso de las que se tenga noticia por parte de los mandos intermedios y comités de igualdad para evitar una posible infranotificación de casos en una organización de las dimensiones y grado de descentralización del CSIC; la creación de la unidad del Comisionado para promover un entorno de trabajo sano y seguro -el proceso selectivo para el puesto está en marcha y se han realizado varias entrevistas a las candidatas-; la posibilidad de continuar con la vía administrativa en la investigación y penalización aunque se agote la vía judicial o la inclusión de medidas específicas en lugares singulares que impliquen convivencias prolongadas, como por ejemplo buques o situaciones de acoso cibernético.

En los últimos cinco años y hasta diciembre de 2023, el CSIC constata haber activado el protocolo por denuncias de acoso sexual en hasta doce ocasiones. «Ni las mejores políticas de lucha contra la violencia de género son capaces de eliminar completamente este problema estructural de nuestra sociedad, que históricamente ha desvalorizado a las mujeres. Es por ello que acabar con el acoso no es tarea fácil», defiende el Consejo Superior.