«La izquierda rabia porque eligen las familias y se acaba la ideologización de la lengua en las aulas de la Comunitat», ha interpretado la portavoz de Educación del grupo del PP en las Cortes Valencianas, Beatriz Gascó.
Acerca de las declaraciones de Joan Baldoví (Compromís) y los socialistas valencianos, satisfechos porque ha habido más familias (aproximadamente un 1%) que han escogido valenciano que castellano, la representante popular ha recordado que antes no querían que madres y padres pudieran elegir. «Nos alegra que, quienes intentaron frenar las votaciones, incluso en los tribunales, ahora celebren el éxito de la consulta», ha subrayado, además de señalar que «desde el primer minuto, han intentado boicotearla y continúan empeñados en echar por tierra su éxito difundiendo bulos que se han venido demostrando falsos hasta la fecha».
A su juicio, «los únicos que han quedado en evidencia son los portavoces del PSPV y Compromís, ya que se ha demostrado que han estado mintiendo todo este tiempo, diciendo que la ley atacaba el valenciano, que desaparecería Xarxa Llibres y muchas más tonterías».
En la línea del conseller, el PP recalca que «340.000 familias han elegido libremente un modelo equilibrado y de convivencia entre las dos lenguas oficiales de la Comunitat y no se trataba de una competición entre valenciano y castellano, sino de elegir en libertad».
Rovira ha coincidido en este análisis de que la consulta ofrece «una radiografía clara de la convivencia» de ambos idiomas.
Tras la celebración del procedimiento entre el 25 de febrero y el 4 de marzo y que ha acabado con el 50,53% para la opción del valenciano y un 49,47% para la de castellano, el responsable de la política educativa del Gobierno autonómico ha hecho balance de la iniciativa que, a su parecer, «ha sido el mayor ejercicio de democracia realizado en materia educativa».
Entrando en detalle de las preferencias, «ha demostrado que, obteniendo resultados dispares en las tres provincias, fruto de las características propias de cada una, el resultado global es una radiografía clara de la pluralidad».
Sobre el proceso de votación, «era un compromiso con las familias, a las que por primera vez se ha dado voz y voto en una cuestión tan relevante como la planificación educativa», ha valorado.
«Prácticamente el 60% de las familias que estaban llamadas a votar han ejercido su derecho, en un proceso en el que la Conselleria siempre se ha mostrado neutral, porque lo importante era la participación y que ejercieran su derecho libremente».
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