El conseller en el barranco del lobo

Al Partido Popular le ha explotado la gestión que está realizando acerca del título de Grado de Medicina que se empezó a impartir desde el curso pasado en la Universidad de Alicante (UA). En su gestión previa, el conseller Rovira había sorteado hábilmente las minas que le habían dejado sus predecesores en la Conselleria durante el primer inicio del curso, y había tenido éxito tanto en su Ley de Libertad Educativa como en la gratuidad de las escuelas de cero a tres años. Pero, quizás por no dedicarle el suficiente tiempo o estar mal aconsejado, decidió retirarse del recurso que la Universidad Miguel Hernández (UMH) había interpuesto contra la puesta en marcha del título de Medicina en la UA.

El Grado de Medicina en Alicante no ha estado exento de polémica, ya que en su momento se impartía en la UA, pero por un rifirrafe más político que académico dio lugar a la creación, hace ya varias décadas, de la UMH en Elche, que se hizo cargo del título.

Ambas universidades, localizadas en la provincia de Alicante, han impartido títulos duplicados sin demasiado conflicto, hasta que ha llegado el de Medicina. Quizás sea porque los lobbies médicos siempre han estado en contra del incremento de plazas para la formación de nuevos médicos.

Pero ante la inminente jubilación de muchos profesionales, la llegada de la pandemia y el colapso de la Sanidad debido a la falta de médicos era muy difícil sostener ese bloqueo. Una vez la UA realizó su petición y le fue aprobada por la agencia estatal acreditadora, sólo faltaba la autorización del Gobierno valenciano. Pero, este fue el único título de grado solicitado por una Universidad pública valenciana que permaneció en un cajón durante varios años, olvidado por el anterior Gobierno del tripartito de izquierdas. Esta decisión era incomprensible, ya que, ante la falta de médicos, ninguna de las universidades públicas valencianas se había decidido a incrementar su oferta de plazas. Esta negativa a una opción que hubiese sido posiblemente la más eficiente en cuanto a gestión de recursos, hizo que finalmente el Gobierno del tripartito autorizase el inicio del grado en la UA. La UMH, en plan perro del hortelano, decidió recurrir la decisión del Gobierno valenciano, en base a que la Conselleria socialista había gestionado mal todo el proceso. El Tribunal Superior de Justicia valenciano tumbó la suspensión cautelar que había solicitado la UMH y el Grado de Medicina se inició en la UA con éxito de matrícula el curso pasado.

Conforme se acercaba la decisión final del tribunal, el conseller Rovira optó por retirarse de un recurso, que precisamente se había hecho contra una decisión de su Conselleria, aunque no fuese él el que la dirigía. Y ahí empezó la marcha hacia el barranco con una nefasta política de comunicación. El conseller defendió su postura en base a una supuesta neutralidad, que rápidamente se asoció a un apoyo a la petición de la UMH de cerrar el título de la Medicina en la UA.

Y los socialistas en ese momento se despertaron en las alturas del barranco con el conseller Rovira y el presidente Mazón a tiro de sus fusiles. Así, algo que surge de un error de un Gobierno socialista está siendo utilizado por los socialistas para criticar al Gobierno popular de Carlos Mazón. Mazón ha pasado de apoyar el Grado de Medicina en la UA en el Pleno del Ayuntamiento de Alicante cuando era concejal, a retirarse del recurso que conminaba su cierre. Una vez se dio cuenta de que estaba en el barranco, ha pasado de proponer un campus de salud interuniversitario, a finalmente decir que si tumbaran el grado de la UA él lo volvería a pedir.

Muy probablemente esto no acabará en semana trágica, pero estos sucesos tienen que hacer ver al presidente Mazón que por muy dormida que esté la oposición en las alturas de un barranco, si entras tú por la parte baja del mismo, se lo pones muy fácil. Y también, que a veces es mejor una vez rojo que mil colorado y que no todas las decisiones técnicas tienen justificación política.