La concesión de los amarres de la Marina de Valencia se blinda ante otra Copa América y permitirá abrir restaurantes

El Puerto aprueba los pliegos del concurso público para gestionar las instalaciones náuticas y crea una comisión con el Ayuntamiento para solucionar las trabas a las empresas que quieran instalarse en edificios de la fachada marítima

El órgano que gestiona la Marina de Valencia avanza en su liquidación con el cese de su cúpula

Imagen de archivo de la Marina de Valencia AJUNTAMENT DE VALÈNCIA

El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha aprobado los pliegos del concurso público para licitar la explotación de los más de 800 amarres repartidos en tres dársenas de la Marina de la ciudad. Un asunto enquistado en el ... tiempo que impedía disolver la «maraña» del Consorcio Valencia 2007, el ente público que gestiona directamente los bienes que el puerto cedió a la ciudad para la celebración de la Copa América.

El órgano, creado entonces por el Ayuntamiento, la Generalitat y el Estado, debe estar liquidado el 31 de diciembre tras condonarse su deuda de 400 millones de euros. Una sentencia judicial por competencia desleal -se ofrecían precios inasumibles para empresas privadas- obligó a dar luz verde a lo que será una concesión administrativa para su gestión durante 35 años, prorrogables a 50.

Los pliegos -consultados por ABC- incorporan una cláusula que obliga al futuro concesionario a colaborar activamente y a ceder la superficie necesaria en mar y tierra para una hipotética nueva edición de la Copa América. Precisamente, la intención del Ayuntamiento es que las regatas regresen a la capital del Turia en 2027 tras pasar por Barcelona.

Además, en esta superficie total de 235.097 metros cuadrados, que incluye la zona para construir edificios auxiliares y un varadero, también se podrán realizar actividades complementarias comerciales o de restauración.

Imagen de la presidenta de la APV, Mar Chao, y de la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, este martes en rueda de prensa ABC

La presidenta de la Autoridad Portuaria, Mar Chao, ha señalado este martes que el concurso es la «vía más rápida y eficaz» para cumplir los plazos, en la línea de lo que han hecho otros puertos de referencia internacional, como el de la ciudad condal. «No se privatiza nada, sigue siendo dominio público portuario», ha aseverado, aunque las instalaciones náutico-deportivas estarán ahora en manos de una compañía. Chao ha garantizado que «no se ha buscado maximizar los ingresos, sino que se han primado los beneficios para Valencia», poniendo los aspectos cualitativos por encima de los cuantitativos en los criterios de valoración de las ofertas.

Además, se van a mantener, hasta que venzan, todos las títulos que el Consorcio había otorgado a empresas en este espacio. «Damos tranquilidad a los concesionarios actuales para que se mantengan con los mismos derechos», ha asegurado la alcaldesa de Valencia, María José Catalá.

En otro plano quedan aquellos bienes demaniales y patrimoniales que no se destinan a usos náuticos -y por tanto fuera del pliego- para los que se creará una comisión bilateral entre el Puerto y el Ayuntamiento. Con ella se busca dar salida a proyectos que quieran instalarse en esta zona y que «no haya un solo pero para que un inversor siga o aterrice en la Marina para generar oportunidades». Se trata de edificios como la base del Alinghi, los Docks o los Tinglados, que ya han estado en el centro de la polémica en anteriores ocasiones por las trabas burocráticas que presenta su explotación.

Una vez esté todo resuelto se pondrá en marcha el futuro ente -en su día se habló de una empresa mixta o una fundación- responsable de este espacio clave para la ciudad, en el que sí que estará la Generalitat, cuya participación «no es necesaria», ha explicado Catalá, en todos los trámites que quedan por cerrarse hasta entonces.

La ampliación costará 117 millones más

En el encuentro con los medios de este martes, Mar Chao ha avanzado que, por cambios en la política de comunicación, no habrá más ruedas de prensa -como viene siendo habitual- tras las reuniones del Consejo de Administración de la APV, salvo temas puntuales que se quieran tratar en profundidad. En ese sentido, ha rechazado responder a cualquier cuestión relativa a la ampliación del puerto y ha remitido a la información que se facilita a los periodistas en una nota posterior.

No obstante, ha indicado que el inicio de las obras de la nueva terminal norte es su «objetivo número uno» y ha enmarcado dentro de la normalidad el aumento de los precios -avanzado por algunos medios- del proyecto de construcción del muelle de contenedores. Algo que «no influye en nada» en el proyecto que sigue sobre la mesa del Consejo de Ministros, pendiente de aprobación. Su coste se elevará de los 542.694.000 a los 660.388.000 euros, alrededor de 117 millones más.

En un comunicado, la APV ha apuntado que ha transcurrido un año desde que se aprobó la primera cifra y casi dos desde que se realizó el cálculo de costes inicial, utilizando precios unitarios de materiales, maquinaria y mano de obra de 2020 y sin tener en cuenta su «tendencia alcista, continua y persistente».

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios