El colmo del colapso en un Ayuntamiento: los niños llevaban los folios de casa a las actividades extraescolares

El municipio alicantino de Ibi desbloquea su contabilidad tras un crédito cuando ya había enfermos sin la piscina municipal y la Policía no patrullaba de noche

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'Ibi, Ciudad del Juguete', un lema identificador del municipio alicantino, junto a un monumento icónico. JUAN CARLOS SOLER

¿Hasta qué punto puede repercutir en los vecinos un colapso contable de su Ayuntamiento? Si alguien tiene una idea bastante aproximada, son los habitantes del municipio alicantino de Ibi, donde habían llegado al extremo de que la Policía no patrullaba de noche ... o los niños llevaban los folios de su casa para las actividades extraescolares.

Afortunadamente, la situación se ha desbloqueado recientemente tras reajustes en el departamento técnico municipal de Tesorería e Intervención, así como una inyección económica de crédito de 434.000 euros y algunas medidas de refuerzo de personal, entre las más urgentes, en Servicios Sociales y con más agentes de la Policía Local, ya que no había vigilancia nocturna al no poder abonar las horas extras.

En el día a día, los ibenses lo habían sufrido, entre otras carencias, en no poder utilizar la piscina cubierta municipal para terapias, en el caso de enfermos crónicos, por ejemplo, o en la falta de material para ejercicios y juegos en el Centro de Información Juvenil o en la gestión de residuos y hasta la recogida de basuras.

Se suspendieron el rally de la subida a las «Revueltas» y el campeonato de motociclismo de clásicos, dos pruebas deportivas con arraigo en el último lustro, y ahora recibirán fondos aliviados en las asociaciones de vecinos, la Protectora y los organizadores de la cabalgata de Reyes Magos, además de en Cáritas de ambas parroquias, la de la Transfiguración del Señor y la de Santiago Apóstol, y los equipos de fútbol y fútbol-sala.

En general, las empresas que operaban de forma externa para el Ayuntamiento tampoco percibían el importe de sus facturas, lo que ha asfixiado la economía local, y todavía hay entidades -como la Comisión de Fiestas de Moros y Cristianos- que tendrán que esperar a un segundo turno para el cobro de las subvenciones ordinarias.

El alcalde socialista Sergio Carrasco calificó el impasse como un «ovillo» que se proponía deshacer, y se ha comprometido a que las diferentes asociaciones y entidades locales irán percibiendo sin falta las ayudas pendientes y con retrasos de meses o años, aunque progresivamente.

Los comentarios de los lugareños se habían hecho recurrentes sobre esta pesadilla desde antes del cambio de legislatura, ya con su antecesor -el popular Rafael Serralta- y luego se había agravado con el nuevo equipo de gobierno, que no conseguía tampoco revertir la paralización en el pago de facturas.

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