Códigos QR, la nueva moda entre turistas extranjeros para comprar droga en Benidorm

La investigación, iniciada en el mes de febrero, permitió descubrir que la primera organización utilizaba códigos QR pegados en zonas de tránsito turístico para facilitar el acceso a un canal de venta restringido. El trabajo policial sobre esta estructura permitió detectar una segunda organización de nivel superior, encargada de abastecer a la primera, así como a otros grupos.

A comienzos de febrero, agentes de la Policía Nacional localizaron pegatinas con códigos QR en sucursales bancarias, postes y mobiliario urbano situados en zonas de ocio de Benidorm. Los códigos redirigían a una página privada en una aplicación de mensajería, que requería autorización para acceder. Se sospechó que el sistema estaba diseñado para captar a personas extranjeras de vacaciones en España.

La distribución espacial de los códigos indicaba una planificación premeditada. El análisis sobre plano permitió focalizar la atención en un establecimiento con alta rotación de jóvenes extranjeros, vigilancia externa y medidas de contravigilancia. En este local, se detectó la existencia de una organización compuesta por un varón, el cual ejercía de líder y se ocupaba de almacenar y custodiar la droga en su domicilio, una mujer encargada de guardar el dinero en su vivienda, y otros miembros con funciones de captación, acompañamiento y observación.

El sistema de venta seguía un protocolo mediante tecnología Quick Response. El comprador escaneaba el QR, accedía al canal de mensajería, concertaba el precio y una cita. Las entregas de sustancia se realizaban mediante contacto directo o escondiendo la droga en zonas comunes del entorno urbano.

Gracias a la información obtenida durante la investigación de esta primera red, los agentes descubrieron una segunda organización criminal, de estructura superior, que suministraba droga al grupo que utilizaba los códigos QR. Esta red más profunda también abastecía a otros grupos similares. Tenía un funcionamiento jerárquico similar, con un cabecilla, su mano derecha y varios operadores encargados de la vigilancia, control del entorno y reparto de sustancia. Además, disponía de infraestructuras propias para el procesamiento de la droga.

Se neutralizo la primera organización con el arresto en Benidorm de ocho personas. Se practicaron dos registros, uno en el local vinculado a las ventas y otro en la vivienda del líder. Se intervinieron casi dos kilogramos de marihuana, más de un kilogramo de hachís, 628 gramos de cocaína, medio kilogramo de MDMA/éxtasis, 20 gramos de cristal, 795 euros en efectivo, cuatro teléfonos móviles, material para la preparación y distribución de droga, herramientas para forzar cerraduras y dos vehículos.

Una vez neutralizada la primera red, se procedió contra la segunda organización. Aquí fueron detenidas diez personas en la propia localidad de Benidorm. Se realizaron tres registros domiciliarios y uno en un trastero que funcionaba como laboratorio clandestino de cocaína.

Allí se intervinieron, más de cuatro kilos de cocaína, casi seis de marihuana, cerca de cinco kilos de hachís, así como, medio kilogramo de MDMA/éxtasis, y 555 gramos de sustancia de corte. Además se incautaron más de 5.500 euros en efectivo, 500 libras esterlinas, un arma semiautomática de calibre 9 mm y varios cartuchos, una prensa hidráulica metálica, tres básculas de precisión, múltiples herramientas de embalaje y procesado, y un turismo.

Los detenidos tienen edades comprendidas entre los 22 y los 63 años. Once de ellos contaban con antecedentes por otros hechos. Todos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Benidorm, el cual decreto su inmediato ingreso en prisión de tres de los arrestados. Con esta actuación la Policía Nacional ha desarticulado dos grupos criminales de gran importancia aunque no se descartan más detenciones relacionadas con esta investigación.