El anciano que puso en jaque a la banca: «Calviño me ha decepcionado»

Medio año después, este jubilado valenciano de 78 años e impulsor de la campaña 'Soy mayor, no idiota' contra la exclusión del colectivo en las entidades financieras, siente «decepción» pero no sorpresa. El plazo establecido de seis meses ha terminado y hay pocos avances para tratarse de «un país serio». Tampoco hay noticias sobre el anteproyecto de Ley de creación de la Autoridad Independiente de Defensa del Cliente Financiero, al que el Gobierno dio luz verde en abril.

En su momento, San Juan ya trasladó a la titular de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, que el plan «provisional» -hasta que se aprobara la norma- al que se adhirieron los bancos para facilitar la vida a los mayores, tenía dos puntos «muy débiles»: que la aplicación de los compromisos era voluntaria, sin sanciones por incumplimientos, y que las propias entidades eran las encargadas de evaluar su nivel de ejecución.

El Observatorio de Inclusión Financiera tiene previsto lanzar su informe semestral, con los datos de las patronales bancarias, a finales de septiembre. Pero Carlos San Juan ya advierte, en conversación telefónica con este periódico, de que «hay una parte que no se ha cumplido en absoluto».

«Se comprometieron en seis meses a hacer más sencillos los cajeros y las aplicaciones móviles, que siguen siendo muy complicadas para los mayores, aunque tengan interés en el mundo digital. No han hecho ni el más mínimo movimiento«, lamenta.

Asimismo, «se da la extraña paradoja de que en determinadas entidades bancarias hay oficinas que están cumpliendo el horario y otras que siguen cerrando a las 11 de la mañana, porque solo tienen a una persona, cuando los ingresos han ido in crescendo y podrían contratar a más gente», denuncia. Al mismo tiempo, subraya, el cierre de sucursales no se ha detenido, algo que califica de «intolerable» ante empresas que ofrecen un servicio público.

Su campaña despertó un aluvión de quejas de usuarios ante el Banco de España por las practicas abusivas de las entidades, pero él siempre ha ido más allá: representa a quienes ni siquiera conocen esos mecanismos de defensa de los consumidores.

«Pensaba que la señora Calviño se lo había tomado muy en serio. Yo recibí una promesa, salí muy convencido y por eso me siento decepcionado. Tuve mucha empatía con ella, confié ciegamente y me pareció muy creíble el anuncio de la nueva ley. Pero ahora hay un silencio por parte del Ministerio de Asuntos Económicos. Entiendo que es un momento muy difícil, que tienen muchos problemas, pero también hay muchos asesores. En un Gobierno en el que hay 22 ministerios, yo no sé quién nos representa a los mayores. Nos sentimos muy indefensos», explica.

Carlos San Juan cree que la tramitación de la norma está «encorsetada» políticamente por el nuevo impuesto que la banca tendrá que pagar por sus beneficios. A su juicio, el Ejecutivo de Pedro Sánchez no quiere tensar más la cuerda. De momento, solo espera «un razonamiento» sobre esta demora por parte de quien, en su día, prometió que atendería sus peticiones, que son las de tantos otros.