La madre de un alumno que ha logrado cambiar valenciano por castellano: «Se acaba la frustración y bajar el rendimiento escolar»

Sonia Terrero valora la reforma legislativa de Mazón y su especial incidencia en Torrevieja, con alumnos de 47 nacionalidades distintas

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Sonia Terrero, madre de un alumno y presidenta de la federación autonómica de familias Covapa ABC

Entre los primeros 107 colegios que van a pasar del valenciano al castellano tras la reforma legislativa del Gobierno autonómico de Carlos Mazón, se encuentra el centro CEIP Amanecer de Torrevieja, una ciudad donde tiene una trascendencia crucial estudiar en lengua materna ... y en la que hay alumnos de 47 nacionalidades distintas. La madre de uno de ellos, Sonia Terrero, se declara satisfecha: «Se acaba la frustración y bajar el rendimiento escolar».

En esa auténtica Torre de Babel de la ciudad alicantina, muchos de esos orígenes son países de habla hispana, al otro lado del Atlántico, y para otros, sus conocimientos previos de la cultura y el idioma antes de llegar a España están ligados al castellano, por lo que afrontan el valenciano como una dificultad adicional, si se trata de la lengua vehicular de aprendizaje para casi todo.

«Este cambio para nosotros va a suponer la importancia de poder avanzar dentro de las aulas, poder aprender realmente la materia, puesto que se va a vehicular prácticamente en la lengua materna, exceptuando algunas nacionalidades», subraya, acerca del interés pedagógico en que a los niños se les enseñen las asignaturas troncales, no idiomáticas, con total comprensión y sin el esfuerzo añadido de traducir todo el tiempo.

«Va a favorecer a esos alumnados de extranjeros que puedan aprender realmente la lengua, la lengua común de España y que realmente no se vuelvan locos, porque al final en el día a día realmente daban inglés, valenciano y castellano, y esto les dificultaba tantísimo y les bloqueaba de tal manera que el aprendizaje se frenaba e incluso se frustraban», relata Terrero.

Ciertamente, Torrevieja representa un entorno escolar excepcional, por la presencia de población infantil de tantos orígenes.

«Los alumnos no veían ni que aprendieran la lengua, ni que aprendieran la materia, y es la lengua común de todos, oficial del Estado, ha sido muy complejo incluso cuando un docente tenía que hablar con un alumno, ya que no había comunicación, porque los niños vienen del extranjero sin saber nada de español», abunda.

Eso no quita para que la presidenta de la confederación autonómica de familias Covapa declare su apoyo claro a enseñar valenciano. «La base principal es que aprendan primero el idioma y luego por supuesto ir avanzando en la lengua y la cultura valenciana», se pronuncia.

Ahora, hay una transición en el próximo curso, y ya para el siguiente, el 2025-26, se llevará a cabo la adaptación plena a la nueva Ley de Libertad Educativa.

«Va a suponer poder comunicarnos, poder avanzar en los estudios, que por fin puedan aprender las materias y la lengua independientemente y no como hasta ahora mismo, que lo único que se creaba era una frustración, una bajada de rendimiento académico, puesto que para poder llevar a cabo las clases, había que tardar mucho más en dar cualquier tipo de lección e ir adaptándolo todo», abunda Terrero.

Niños de Educación Especial

Tampoco olvida un aspecto del que se habla menos, por afectar a una minoría, no por ello menos importante y con una especial incidencia por su vulnerabilidad. «Añadido a todo esto, también las necesidades educativas especiales se van a atender de mejor manera, al fin, puesto que a pesar de la desvergüenza con la que hablan tanto de la inclusión, la Ley del Plurilingüismo no amparaba a estos niños con los recursos que deberían», rememora, conocedora en primera persona de esta problemático como madre ella misma de un niño con este perfil.

Para estos casos, «también va a ser un alivio, puesto que realmente van a trabajar y van a poder hacer ese día a día de sus necesidades en la propia lengua materna, no imponiéndoles otra que ni conocen ni utilizan cuando salen del centro educativo, así que es un paso más, un paso democrático, puesto que se ha decidido dentro de un Consejo Escolar», indica.

En resumen, a su juicio el cambio normativo «favorecerá la enseñanza, el aprendizaje y, por supuesto, el no arrinconar el castellano y también aprender esa lengua valenciana, pero como asignatura lingüística».

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