Camarero y ayudante de cocina con horario partido en tres turnos al día: una oferta de trabajo flexible porque «no hay muchos clientes ahora»

En este caso, el propietario o gerente del restaurante busca «ayudante/a de cocina», si bien matiza que necesita a alguien que haga un poco de todo, que se multiplique, con una retribución un tanto miserable y progresiva.

Lo más duro, a priori, parece esa jornada más que partida, con tres turnos, algo poco usual salvo que uno trabaje en su propio negocio, como autónomo o empresario. «Tiene que venir tres veces al día», a saber, de ocho a diez de la mañana, de dos a cuatro de la tarde, y de seis y media a diez media de la noche. Complicado pensar en algún tipo de conciliación familiar y laboral, sin duda.

Al menos, se cumplen las ocho horas de una jornada, si bien no especifica cuál es el descanso semanal, aunque hay otros detalles que tampoco hacen muy atractiva la propuesta, como el salario, que arranca a cinco euros la hora la primera semana, seis después y siete cuando concluya el primer mes.

Eso puede estar en torno a los 1.200 euros mensuales cuando el candidato cumpla ese periodo.

Aunque también llama la atención el concepto que tiene este hostelero de qué se puede pedir a un trabajador, lo que él define como «cargo», es decir sus funciones: «No sólo en la cocina, sino también como camarero, es que no hay mucha gente ahora, no vienen a comer más de cinco personas en un día».

Como en otras ofertas laborales del sector, siempre hay una coletilla final para dejar puertas abiertas a la esperanza de un futuro mejor, eso sí, más adelante. «Actualmente necesitamos mantenimiento, el año que viene se renovará el restaurante y cambiaremos su horario».

Entre los requisitos, se requiere experiencia y nivel «avanzado» de español, tal vez al presuponer que los candidatos que se van a postular para el puesto serán inmigrantes.

Con 50.000 reproducciones en unas horas, este post de Soriano ha animado a muchos internautas a expresar su rechazo («la esclavitud ha vuelto», llegan a opinar varios) y dudas acerca de la legalidad de estas condiciones laborales.

«¿Se puede dormir en el local? Es lo que les falta para hacer vida ahí», comenta un sarcástico lector.