Bulos en playas y piscinas: de esperar dos horas para bañarse tras comer a orinar sobre picaduras de medusa
Una aplicación para móviles permite conocer en tiempo real la presencia de animales marinos e identificar sus distintas especies
d.v.
VALENCIA
Son muchos los bulos que perviven en el imaginario colectivo y que vuelven a salir a la luz cada verano, sin ninguna evidencia, sobre la prevención del ahogamiento, el rescate, los primeros auxilios y la asistencia sanitaria en el agua. Y no es una cuestión ... menor: en 2021 murieron 43 personas en espacios acuáticos solo en la Comunidad Valenciana. Se trata también de la región de España que más ahogamientos -40- había registrado hasta la primera semana de este mes de agosto.
Por ello, la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (SEMES) y el Grupo de Socorrismo de SEMES, en colaboración con el Instituto #SaludsinBulos, ha elaborado un decálogo con los principales mitos asociados al baño en playas y piscinas.
Entre ellos destaca uno en particular: el del 'corte de digestión'. Tradicionalmente las familias recomendaban a sus hijos esperar alrededor de dos horas después de comer para bañarse, bajo la creencia de que este tiempo era suficiente para que no se produjese un 'corte de digestión'. Existe un consenso generalizado en que no hay ninguna contraindicación para bañarse tras comer.
A menudo se confunde con el shock que se puede producir al entrar en el agua de forma brusca, ya sea después de comer, después de tomar el sol o tras haber realizado una actividad física intensa. Sus síntomas van desde náuseas y dolor de cabeza hasta, en los casos más graves -pero poco frecuentes-, paro cardíaco.
Del mismo modo, los expertos advierten de que los manguitos y flotadores generan una falsa sensación de seguridad y no previenen el ahogamiento infantil, que se produce en la mayoría de los casos en piscinas privadas y por descuidos de los adultos. El material más recomendado es el chaleco salvavidas. Además, recuerdan que la bandera roja afecta a todos los usuarios, incluidos los surfistas
Siguiendo , la persona que se ahoga, al contrario de lo que ocurre en las películas, no pide ayuda: lo hace en silencio y trata de sacar la cabeza concentrando todos sus esfuerzos en respirar. En cualquier caso, no hay que colocar a la víctima boca abajo ni empujar sus omoplatos ni mover los brazos, como se ha creído históricamente.
Estos actos, además de inútiles y suponer una pérdida de tiempo, no combaten el daño principal del ahogamiento, que es la hipoxia. Por ello, debe seguirse el protocolo actual de RCP, que incluye ventilaciones y compresiones.
Otro de los mayores mitos populares sobre incidentes en la playa es el que versa sobre las bondades de orinar sobre una picadura de medusa. Sin embargo, la evidencia científica ha mostrado mayor descarga de veneno inducida por la presión al contacto. La aplicación de frío, calor u otros elementos como el vinagre deberá realizarse bajo recomendación sanitaria, ya que no todas las medusas requieren el mismo tratamiento.
En ese sentido, una aplicación para móviles desarrollada por investigadores valencianos -MedusApp- permite conocer en tiempo real si hay medusas en una playa e identificar las distintas especies. Además, ofrece una guía interactiva de cómo proceder ante una picadura: lo principal es eliminar los restos de tentáculos con pinzas o una tarjeta plástica, sin frotar, e inactivar las células urticantes que pudieran quedar sobre la piel con una mezcla de bicarbonato y agua de mar. Nunca hay que utilizar agua dulce.
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